"El número de muertos durante los disturbios en Irak ascendió a 31 personas y 1.188 resultaron heridas, entre ellas hay agentes de seguridad", dijo la fuente.
Una ola de protestas se desencadenó el 1 de octubre en Bagdad cuando unas 1.500 personas se reunieron en la plaza Tahrir (plaza de la Liberación), en el centro de la capital iraquí, frente al puente de Al Jumhuriya que conduce a la zona verde, un área fortificada donde se encuentran edificios gubernamentales y misiones diplomáticas.
Las manifestaciones por la falta de servicios básicos, desempleo y corrupción se extendieron al día siguiente a otras provincias como Nayaf, Di Car, Wasit o Babil (Babilonia).
El primer ministro de Irak, Adel Abdul Mahdi, decretó un toque de queda a partir de las 5.00 horas del jueves en Bagdad, así como en otras provincias.