"Es un debate que cae en un momento histórico del país, por un lado la posibilidad de volver al pasado o por el otro la posibilidad de seguir un proceso de crecimiento económico y de justicia social", dijo Martínez, quien destacó la caída del índice de pobreza a un 8,1% de la población en 2018 desde un casi 40% en el 2004, cuando la izquierda ganó las elecciones por primera vez.
Según las últimas encuestas, Martínez tendría una intención de voto de entre 30 y 40%, mientras que el respaldo a Lacalle sería de entre un 22 y un 30%.
En tanto, la intención de voto para el economista Ernesto Talvi, del tradicional Partido Colorado (centroderecha), es de entre un 12 y 18%.
"El Gobierno ha cedido terreno en tema seguridad (…) Hay que proteger a la policía, hay que cuidar al que nos cuida, quien habla se quiere hacer cargo de la seguridad ciudadana", dijo Lacalle, quien respalda la legítima defensa.
"Más estado, más ley sí; la ley de la selva no", dijo Martínez.
Mientras Lacalle, de 46 años, contestaba las preguntas propuestas en el debate, su campaña ampliaba los conceptos del candidato en sus redes sociales.
Martínez, en tanto, dijo que pese al crecimiento registrado en los últimos 15 años, luego de la crisis del 2002, se debe diversificar la matriz productiva para asegurar la expansión y reducir el déficit fiscal, pero destacó inversiones como la planta de celulosa de la empresa finlandesa UPM que se instalará en el centro del país y generará miles de empleos.
"Quién diría en el 2004 que el salario real iba a crecer un 60%, quién diría que en estos 15 años el Uruguay pasara a ser el país que mayor riqueza generara por habitante de toda América Latina, quién diría que toda esa riqueza que generamos los uruguayos se distribuiría de la forma más equitativa de toda América Latina", dijo el candidato de la coalición de izquierda.
"Uruguay necesita una alternancia (…) Formo parte de un grupo de hombre y mujeres que se quiere hacer cargo, yo me quiero hacer cargo", concluyó Lacalle.
Desde la aprobación de una reforma constitucional de 1996, el calendario electoral de Uruguay establece que, si ningún candidato logra superar el 50% de los votos emitidos en una primera instancia de votación, habrá balotaje entre los dos primeros.
Las elecciones de 2004, 2009 y 2014 se definieron en una segunda vuelta en noviembre entre el Partido Nacional y el Frente Amplio.