"Tener a dos candidatos debatiendo en horario central sobre propuestas concretas para cada cartera, para cada eje temático, seguramente le acerque de forma masiva las propuestas a mucha más gente", dijo a Sputnik la diputada Bettiana Díaz, del gobernante Frente Amplio (centroizquierda).
Díaz celebró la posibilidad de realizar debates por primera vez desde las elecciones de 1994, señalando que estos pueden aportar a que "la política siga teniendo una llegada masiva".
"En las campañas donde cada vez se dice menos, cada vez se habla menos de plataformas electorales y más de eslóganes, nos parece interesante seguir buscando las herramientas para tener un electorado informado", sostuvo.
En el debate de este 4 de octubre, los candidatos hablarán sobre inserción internacional, trabajo, seguridad social, la seguridad ciudadana, sistema carcelario, narcotráfico, defensa, educación, políticas sociales, cultura, vivienda, deporte, tecnología y ambiente.
El texto de la norma, presentado por el diputado y el líder del sector Unión de Izquierda Republicana, Fernando Amado, establece que los debates sean "transmitidos en vivo y en horario central por cadena nacional de radio y televisión" y su duración no podrá exceder las dos horas.
Amado dijo a Sputnik que considera que la aprobación de esta ley era necesaria debido a que, a pesar de que Uruguay se ve a sí mismo como un país con un sistema político maduro y estable, también tiene déficits.
El legislador explicó que, tradicionalmente, los candidatos que lideran las encuestas se han abstenido de participar en debates para no arriesgar votos, lo que termina yendo en detrimento del electorado.
"Es lo que ha sucedido históricamente de 1999 en adelante: desde que hay balotaje, el candidato que va primero no debate", señaló.

Amado admitió que lo deseable sería que la polémica televisada entre candidatos no fuera por ley, sino que debería ser "absolutamente natural que los candidatos a presidente debatan y tengan la obligación moral de enfrentarse de manera totalmente civilizada a intercambiar propuestas".
El diputado explicó que lo que lo impulsó a proponer la norma fue "que el candidato a presidente tiene más obligaciones que derechos, y una de las obligaciones que tendría que tener es esta, la de debatir".
"Los debates existen en todas las partes civilizadas del mundo que se precian de democracias maduras y razonables, pero no es obligatorio, y a nadie se le pasa por la cabeza no ir a debatir, porque si lo hiciera tendría un cuestionamiento y una penalización ciudadana", señaló Amado.
Díaz, por su parte, observó que el hecho de que los debates ahora pasen a ser obligatorios podría facilitar que "no se conviertan en shows mediáticos, sino que sean herramientas para que el electorado se informe".
Una encuesta realizada por la consultora Equipos Consultores y divulgada por el informativo Subrayado indicó que 57% de los uruguayos se muestran muy interesados en el encuentro, y que "seguramente" lo mirarán por televisión.