— La fiscalía de Ecuador pidió la prisión preventiva en su contra. ¿Qué tiene que decir con respecto a esto?
— Es el show que continúa. Es el lawfare que no tiene de qué acusarnos y se superan cada día inventando cualquier tontería. Primero fue el caso Balda. Tengo una orden de arresto que nadie ha hecho caso a nivel internacional, Interpol rechazó el pedido de forma humillante de poner alerta roja.
La gran prueba es que recibí un depósito de 6.000 dólares de mi asesora que está presa, Pamela Martínez, en mayo del 2014. Tenemos pruebas hasta la saciedad, los cheques, todo, de que ese fue un préstamo que estaba sobregirado de 6.000 dólares del fondo que nosotros mismos creamos con nuestros aportes. Tengo todos los recibos. Lo pagué en 12 cuotas hasta agosto de 2015. Tenemos todos los recibos. Pero esto es parte del lawfare. Ya se ordenó que me saquen otra orden de arresto y nos van a llevar a juicio. Lo que tratan de hacer es impedirme volver a mi país.
— Usted mencionó que era un fondo comunitario. ¿Quiénes integraban ese fondo?
— Otro caso que el Gobierno mencionó en los últimos meses, acusándolo a usted fue el del Instituto de Pensamiento Político, que fue cerrada hace unas semanas. Se dijo meses atrás que ese Instituto había recibido financiamiento de Venezuela para desestabilizar a Ecuador. ¿Qué dice de estas acusaciones?
¿Para qué quieren cerrar el instituto? Porque saben que yo trabajo ahí y que me pagan unos honorarios como presidente. Lo que quieren es cortarnos nuestras fuentes de sustento para que no podamos siquiera pagarnos un abogado.
— ¿Usted cree que impulsan estos juicios para impedir su reelección?
Es toda una metodología, esto se lo están haciendo a Lula y a Cristina. Hay coincidencias con el caso Balda. Meten presa a una asistente, a la cual no conozco, seguramente inocente, la amenazan con 40 años de cárcel y la quiebran. Es capaz de implicar hasta a su progenitora frente a tanta presión. Le ponen un abogado no para defenderla, sino para acusarla. En algún momento se va a saber la verdad. Esta forma que ha abusado del poder de manera tan impune tendrá que asumir las consecuencias.
— ¿Usted piensa regresar al país en los próximos meses o años?
— Pienso regresar al país si me dejan. Sin embargo, yo siempre lo he dicho: yo estoy aquí porque fue mi plan desde el inicio. En el 2014 dije al país que no me presentaría a las elecciones de 2017, de hecho pedí que me hicieran una transitoria para presentarme como candidato y que residiría en Bélgica en forma indefinida. Dije "me voy a retirar al menos temporalmente de la política o de forma definitiva". Yo estaba cansado, le debía a mi familia años de paz, mi esposa es belga y le debía residir en Europa. Mis dos hijas ya estaban estudiando y residiendo en Europa. Pero no me he podido retirar frente a estos ataques. Tratan de destrozar el legado innegable de la Revolución Ciudadana, Ecuador nunca progresó tanto como en nuestros años. Pero la prensa es capaz de convertir al héroe en villano. Es un lavado de cerebro.
Frente a los ataques, me tocó defender mi reputación y el legado de mi Gobierno, defender la patria porque la están destrozando. Si para eso tengo que volver, volveré, les ganaré las elecciones, haré una Asamblea Constituyente para recuperar la patria, porque se han apoderado de las instancias del Estado, y cumplida esa misión, regresaré a Bélgica. Yo no tengo ninguna intención personal. Mi vida por los próximos años está en Bélgica, junto con mi familia.
— Entonces, ¿no descarta la reelección?
— Yo no puedo ser reelegido porque lo prohibieron en esa consulta popular manipulada de febrero de 2018. Si usted revisa la pregunta dos, solo faltó poner mi foto y mi cédula de identidad. Era totalmente dirigida para mí y por eso gastaron 60 millones, prohibiendo la reelección, pero incluso lo hicieron de forma retroactiva. Eso no existe. La ley es para el futuro, no para el pasado. Para inhabilitarme, dijeron que esto era válido desde el 2008, 10 años para atrás. Porque si era válido desde el 2018 para adelante, podía presentarme todavía dos veces. La idea era inhabilitarme. Eso es inconstitucional.
— ¿Sería candidato a vicepresidente o líder parlamentario?
— Sí. No tengo sentencias firme. Mis derechos ciudadanos están absolutamente íntegros. Puedo correr a la candidatura que quiero excepto a presidente. Pero como saben que los venceré, están buscando cualquier pretexto para no dejarme participar.
— ¿Cree que quieren apurar los juicios?
— Absolutamente. No existen sobornos. No van a encontrar prueba alguna contra mí. Es todo un trabajo de inteligencia. Primero escandalizar. Odebrecht puso presidente. Luego dijeron que me habían dado 15 millones de dólares de soborno, nadie mostró las cuentas. El 80% de lo que están informando es falso y el 20% es una mezcla malévola de cosas reales con cosas falsas, por ejemplo el fondo de la Presidencia.
Tenemos una dictadura en Ecuador que está atentado contra los derechos humanos, hay presos políticos como Jorge Glas, sin que le hayan encontrado un centavo mal habido, sigue la persecución a Ricardo Patiño por un discurso que dio una comisión bipartidista en un local cerrado ni siquiera abierto al público. Frente a esos atropellos a los derechos humanos, el mundo calla. No hay problema. Regresaremos. Venceremos y sabremos bien con quién contamos y con quién no contamos.