"Es clarísimo que hay un trabajo de muy largo aliento, porque esta inversión supone un gran trabajo de los gobiernos frenteamplistas en la confianza internacional. Un país que recibe la inversión más grande de su historia a 90 días de la elección, muestra que tiene un gran confianza institucional, cuando lo habitual es que no existan apuestas económicas tan fuertes como esta", dijo a esta agencia la senadora por el gobernante Frente Amplio (centroizquierda), Mónica Xavier.
El secretario general de la central sindical única uruguaya PIT-CNT (Plenario Intersindical de Trabajadores - Convención Nacional de Trabajadores), Marcelo Abdala, dijo este martes a Sputnik que el anuncio de la empresa es una "buena noticia" para el trabajo y para impulsar proyectos de descentralización industrial.
Sin embargo, adelantó que el PIT-CNT va a instalar una mesa representativa para analizar a fondo el impacto de la inversión en el ordenamiento territorial, en el desarrollo descentralizado y en el ambiente.

"Recibimos bastante mal el anuncio de UPM. Pero sabíamos que no estamos simplemente luchando contra el proyecto de una empresa; tenemos un Gobierno nacional que prácticamente se entregó todas las condiciones e hizo todo lo que la empresa pidió (...) Los peligros, además de los ambientales y económicos, involucran a las instituciones uruguayas y a la propia soberanía del país", agregó.
Posición del gobierno
El Gobierno de Tabaré Vázquez emitió un comunicado en el que celebra la decisión final de UPM y afirmó que en los próximos días realizará una presentación pública para informar a la población los términos del acuerdo.
"La inversión de UPM refuerza la imagen internacional de Uruguay en cuanto a su seguridad jurídica, estabilidad institucional, seriedad, responsabilidad y confiabilidad, para la llegada de inversiones extranjeras. Miles de puestos de trabajo decentes y formales nacerán como fruto del emprendimiento que estamos celebrando", señaló la Presidencia en un comunicado.
Opinión sindical
Abdala dijo a Sputnik que el movimiento sindical aprueba la inversión, pero aclaró que eso no significa que aceptará todas las condiciones de UPM.
"Vamos a negociar; en general estas inversiones grandes tienen el desafío de ver cómo se conectan en la promoción de redes de proveedores nacionales que generen aún más trabajo (...) Además, una obra de este tipo es intensa en materia de negociación colectiva", agregó.
Con respecto a las críticas que ha recibido la inversión por su posible impacto ambiental, Abdala dijo que la regulación uruguaya es "exigente" por lo que afirmó que tiene "confianza" en el proyecto.
Las críticas
Mientras, Bachetta advirtió que Uruguay va hacer una inversión mucho mayor en infraestructura que la que realizará UPM, lo que significa una "cambio completo en los términos de la relación" del acuerdo.
"Desde el punto de vista económico, hay que tener en cuenta que Uruguay va a hacer una inversión superior 4.000 millones de dólares, mientras que la inversión de UPM sería de 2.700 millones de dólares", agregó.
Por otro lado, alertó que el impacto ambiental más grande será sobre el Río Negro, que es el principal curso de agua interior del país y que, según los registros, se encuentra "altamente comprometido en términos de contaminación".

Bachetta señaló que se pretende colocar esta segunda planta en el lago del Rincón del Bonete a pesar de que se trata del "embalse de agua más importante que tiene el país" y en donde la represa Gabriel Terra opera para generar electricidad.
El inicio de las obras de UPM está previsto para la segunda mitad de 2022.
Según la empresa, luego que esté finalizada la construcción, la planta aumentará el producto bruto de Uruguay en aproximadamente 2% y el valor anual de las exportaciones en aproximadamente 12%.
Además, estima que se empleará como máximo a unas 6.000 personas y se crearán cerca de 10.000 empleos permanentes en toda la cadena de valor, de la que participarán 600 cadenas.
La inversión es vista por el Gobierno como un necesario impulso para la economía de este país sudamericano, cuyo crecimiento se mantiene desde hace 15 años, pero se ha enlentecido.
La posible instalación de este megaproyecto se ha colado en la campaña de cara a las elecciones del 27 de octubre, donde Uruguay elegirá presidente y los miembros de su Parlamento bicameral.