Trump invocó el "estado de emergencia" nacional como le permite la 'International Emergency Economy Power Act' de 1977. En plena batalla de tarifas aduaneras con China, el muro contra Huawei, que no es citada ni en las explicaciones de la medida, supone un acto de guerra comercial de gran calibre. Huawei, con una cifra de negocio de 180.000 millones de dólares, es el portaaviones del capitalismo de Estado chino y su empresa más internacional.
Trump considera que "los adversarios extranjeros están creando y explotando vulnerabilidades en servicios y tecnologías de la información y la comunicación que almacenan y transmiten enormes cantidades de información delicada, facilitan la economía digital y respaldan infraestructura crítica y servicios de emergencia vitales". En concreto: Estados Unidos quiere evitar el espionaje económico, industrial y, claro está, político.
El decreto veta en teoría a cualquier empresa china, pero ninguna como Huawei tiene el potencial para imponerse a nivel mundial. No hay que retroceder mucho en el tiempo para recordar el primer ataque de la Administración Trump contra Huawei.
Entonces, Otawa se vio obligada a seguir la petición de su vecino y convertirse también en 'enemigo' de Pekín. Meng Wanzhou fue acusada de haber creado una empresa ficticia para sortear el embargo a Irán. Como represalia, dos canadienses fueron detenidos en China también en diciembre y han sido encausados formalmente de espionaje y robo de secretos de Estado pocas horas después de la firma del decreto por Trump.
¿Caballo de Troya de Pekín?
Hay que recordar que las medidas contra Huawei y las tecnológicas chinas comenzaron desde el mandato de Barack Obama. Huawei, que opera desde 1978, fue acusada de ciberespionaje en Estados Unidos en 2007, cuando intentó comprar la compañía norteamericana Bain Capital. En 2003, otra norteamericana, Cisco, acusó a Huawei de copiar su código fuente. También se achacaron a la empresa china, en 2012, los intentos de robar la tecnología del robot Tappy, creado por la norteamericana T-Mobile.
"Si EEUU tuviese pruebas del espionaje de Huawei, ya las habría presentado"https://t.co/yQsrVGLYDq
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) March 17, 2019
Por supuesto, el creador de Huawei y padre de la detenida en Canadá, Ren Zhengfei, ha rechazado siempre las acusaciones de espionaje y de ser un "caballo de Troya" del Gobierno de Pekín. Subrayó que nunca se han encontrado pruebas concretas para mantener esas acusaciones. "Amo a mi país, apoyo al Partido Comunista, pero nunca haría nada para perjudicar a ningún país en el mundo", afirmaba recientemente Ren Zhengfei.
También: Presidente de Huawei: "EEUU muestra la conducta de un perdedor"
Para el presidente de la compañía incriminada, la ofensiva de Trump no es tanto un problema comercial en Estados Unidos, como para su desarrollo en el resto del planeta, y, en especial, en Europa, donde la soberanía de los estados podría verse afectada por las presiones de su aliado transoceánico.
Escándalo en el Reino Unido: ruedan cabezas
Además: Crece la polémica por la posible entrada de Huawei en la red 5G del Reino Unido
Entre 2009 y 2011, la compañía telefónica británica Vodafone denunció fallos de seguridad en el material enviado a su filial italiana por Huawei. Se trataba de lo que los expertos llaman 'backdoors' en los routers, que permitirían a la empresa china captar y almacenar los datos de cada cliente. Vodafone y su rival nacional, British Telecom, retiraron el material de Huawei de su núcleo central en la red.
La OTAN advierte a Europa
"La carrera por el 5G es una carrera que Estados Unidos debe ganar… Es una carrera que ganaremos" @realDonaldTrump https://t.co/SFB14NHCw5
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) April 25, 2019
En España, una opción por el bloqueo de Huawei sería también complicada pues Madrid ya decidió a principios de año dejar en manos de esa empresa y de la también china ZTE el desarrollo de su 5G.
Te puede interesar: ¿Por qué los ataques de EEUU fortalecen a Huawei?
Huawei es, con la sueca Ericsson y la finlandesa Nokia, uno de los lideres mundiales en telecomunicaciones y es el favorito de la mayoría de los gobiernos en todos los continentes para desarrollar la 5G. Ya está copando el mercado asiático y el latinoamericano, pero su conquista de Europa puede verse muy afectada por la decisión de Washington.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK