"Esta escalada se enmarca dentro de los planes norteamericanos-israelíes con el apoyo de monarquías árabes feudales como Arabia Saudí, Emiratos, Bahréin, Jordania, o Egipto, de llevar al pueblo palestino a aceptar un estado en el cual no van a tener más que una autonomía limitada", dijo a Sputnik el analista internacional chileno Nicola Hadwa.
Se refería al denominado Acuerdo del Siglo, una propuesta unilateral de Estados Unidos ideada por el asesor principal de Donald Trump en estos temas, su yerno Jared Kushner.
Los detalles que se conocen hasta el momento provocaron la ira de los árabes y musulmanes porque deja de lado los reclamos palestinos y contempla los de Israel, incluso sobre los territorios ilegalmente ocupados. Además elimina el concepto de dos Estados y consagra a Jerusalén como la capital israelí.
"Lo que se busca aquí es tener interlocutores débiles y que se acepte este denominado Plan del Siglo que no es otra cosa que una bofetada al pueblo palestino y obligarlo a renunciar a sus derechos nacionales", apuntó Hadwa.
Sin embargo, señaló que las posibilidades de puesta en marcha del Acuerdo del Siglo son remotas, teniendo en cuenta la influencia creciente en la zona de otras potencias, que difieren en la orientación estadounidense.
"China y Rusia están adquiriendo enorme poder y penetración en Medio Oriente. China sobre todo desde el punto de vista comercial y Rusia que lo ha hecho muy bien en la defensa de los países y vendiendo armas a precios muy inferiores que EEUU, y de mejor calidad".
En ese sentido, señaló que "los países de Medio Oriente se han dado cuenta que con Rusia se pueden hacer transacciones sin hipotecar su independencia política y económica".
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Dado este estado de situación, Hadwa consideró que "EEUU trata de dar un golpe rápidamente (…) se comporta como una fiera herida".
En respuesta, Israel bombardeó unas 320 zonas de Gaza en busca de hacer blanco en lanzaderas de cohetes, túneles militares, talleres de fabricación de armas, depósitos de municiones, sitios de entrenamiento y centros de mando de Hamás y Yihad Islámica.
Entre los edificios destruidos por el ataque israelí se encontraban cinco oficinas de medios de comunicación, entre ellos la sede de la agencia estatal de noticias turca. El presidente de Turquía, Reyet Tayyip Erdogan, condenó "enérgicamente el ataque" y afirmó que "Turquía y la Agencia Anadolu continuarán informando al mundo sobre el terrorismo israelí y las atrocidades en Gaza y otras partes de Palestina".