Los hechos ocurrieron durante la guerra de Corea, donde los pilotos soviéticos participaron de una manera extraoficial: entre personal y maquinaría suministrados como ayuda al país asiático también había una escuadra de cazas.
El enfrentamiento de potencias
La escuadra enviada a Corea no era ordinaria, ya que estaba integrada por los mejores pilotos de la URSS que volaban en los novedosos cazas de reacción MiG-15. Por motivos de conspiración, los MiG llevaban dibujados signos distintivos de la Fuerza Aérea norcoreana.
No obstante, ya en los primeros combates aéreos se hizo obvia la superioridad de los MiG-15 soviéticos, razón por la cual los cazas estadounidenses evitaban a toda costa estos enfrentamientos y se echaban a la fuga al ver a los MiG.
Para nivelar las fuerzas, EEUU trajo a Corea sus aeronaves de combate más sofisticadas, los F-86 Sabre, que eran más rápidos en picada y más ágiles que los cazas soviéticos.
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Por su parte, las principales ventajas de los MiG-15 radicaban en su armamento. A diferencia de las ametralladoras con un alcance de 400 metros que portaban los Sabre, los aviones soviéticos llevaban tres cañones que permitían abrir fuego a una distancia de hasta 800 metros.
El 'Jueves Negro' en el Callejón de los MiG
Unos de los lugares con la mayor importancia estratégica durante la guerra fue la parte noroccidental de Corea del Norte, donde fluye el río Yalu. Precisamente en aquella región estaban emplazados los cazas soviéticos y fue allí donde tuvieron lugar la mayoría de los combates aéreos con los MiG-15.
Sería aquí donde la Fuerza Aérea de EEUU sufriría una devastadora derrota conocida hoy como el 'Jueves Negro'.
El 12 de abril de 1951 el país norteamericano planeó uno de los ataques aéreos más masivos de la guerra con el propósito de destruir el puente ferroviario sobre el río Yalu. Era un puente estratégico, ya que se usaba para abastecer al Ejército de Corea del Norte.
Para la misión se usarían bombarderos pesados B-29 que llevaban el apodo de 'superfortalezas' por su reputación de invulnerabilidad y potente armamento defensivo. De hecho, fueron precisamente estos bombarderos los que se usaron para lanzar las bombas nucleares de EEUU.
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En esta misión los bombarderos estaban acompañados por aproximadamente 100 cazas F-84E Thunderjet y F-86 Sabre. Para interceptarlos despegaron aproximadamente 36 Mig-15, que recibieron la orden de atacar en primer lugar a los bombarderos con tal de salvar las instalaciones de importancia estratégica.
Luego, cuando infundían el pánico en los B-29, se acercaban un poco más para rematarlos. Al mismo tiempo, los cazas sin municiones no se retiraban y realizaban maniobras de ataque para intimidar a las tripulaciones estadounidenses.
Según distintas fuentes de información, fueron derribados entre 10 y 12 bombarderos y al menos cuatro cazas estadounidenses sin que hubiera pérdidas entre los MiG-15. Además, en todos los aviones que lograron volver a las bases aéreas estadounidenses hubo heridos o fallecidos.
Pánico en la FFAA de EEUU
Tras la misión fallida se declaró luto de una semana para honrar a los pilotos estadounidenses que fallecieron. Además, se suspendieron todos los vuelos de las aeronaves de EEUU en la zona de conflicto y durante tres meses no hubo bombardeos.
En aquel entonces el único medio de lanzar un ataque aéreo era por medio de un bombardero, puesto que no existían aún los misiles balísticos capacitados para tal fin. Pero el 'Jueves Negro' mostró que los cazas soviéticos harían imposible un ataque nuclear por esta vía.
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