En su discurso el líder francés destacó que en 2018 el Gobierno y el primer ministro Édouard Philippe hicieron mucho para el país, mencionado reformas realizadas en diferentes ámbitos.
Destacó que en los próximos meses el Gobierno deberá continuar este trabajo para crear marcos para estas reformas en la vida cotidiana.
"También conocimos una grande disensión y la ira que desencadenó, que viene desde lejos, la ira contra la injusticia, la ira contra la globalización incomprensible, la ira contra el sistema administrativo que se hizo muy complicado (…) la ira contra cambios profundos", dijo Macron.
Esta ira, añadió, "en cuanto excesiva sea, dice lo único: no hemos retrocedido".
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"Nuestro país quiere construir mejor futuro basado en nuestra capacidad de crear lo nuevo y estar juntos; esto, en opinión, es una lección de 2018", dijo el líder francés.
Los manifestantes, que visten chalecos amarillos fluorescentes, protestaban en un principio por el alza en los precios de los combustibles y los impuestos relacionados, pero luego sus reivindicaciones se extendieron a otras demandas sociales.
Las manifestaciones han derivado en enfrentamientos con las fuerzas del orden, destrucción de edificios y automóviles, saqueos y otros hechos violentos.