El triunfo de la revolución cubana, ocurre cinco años, cinco meses y cinco días después del asalto al Cuartel Moncada de 1953. Fue a partir de la derrota del Moncada que comenzó en Cuba un proceso de enfrentamiento a la dictadura de Batista, establecida en el poder desde el 10 de marzo de 1952.
Pero con la victoria del Che Guevara en Santa Clara el 31 de diciembre y la entrada de Castro a Santiago de Cuba, el triunfo era inminente. Batista huyó de Cuba en la madrugada del 1 de enero de 1959, en un avión rumbo a Santo Domingo.
Una junta militar al mando del general Eulogio Cantillo gobernaría la Isla y los rumores de un golpe militar en La Habana alcanzaron a los rebeldes, quienes se negaron a aceptar esta nueva situación.
Pedro Martínez, subdirector general de Radio Habana Cuba contó a Sputnik cómo este día fue decisivo para el destino de Cuba.
"Desde antes del triunfo se hicieron muchas maniobras para impedir que las fuerzas del 26 de julio, encabezadas por Fidel Castro, pudieran entrar a la ciudad de Santiago de Cuba y dentro de la burguesía estuvieron maquinando varias opciones: se hicieron movimientos dentro del Ejército y hasta se convocaron a algunas figuras de la sociedad civil", contó Martínez.
Unos minutos más tarde, Castro se pronunció en una alocución histórica desde Santiago de Cuba, donde leyó un comunicado con instrucciones para todos los comandantes del Ejército Rebelde y el pueblo.
"Al parecer se ha producido un golpe de Estado en la capital (…) Las condiciones en que ese golpe se produjo son ignoradas por el Ejército Rebelde", precisó en su discurso.
Castro también convocó a una huelga general con la consigna "Revolución, Sí; golpe militar, No", y ordenó a sus comandantes Che Guevara y Camilo Cienfuegos continuar el avance hacia La Habana y tomar las posiciones claves de la capital.
Según contó Martínez, "este llamado fue la acción final para dar una respuesta contundente a las maniobras militares que pretendían impedir que los rebeldes asumieran el poder".
"También con mucha inteligencia, Fidel hizo un recorrido desde Santiago hasta La Habana, a donde llegó el 8 de enero de 1959 luego de transitar por las provincias que permanecían en huelga. Esto quiere decir que estaba consolidado el triunfo de los rebeldes", destacó.
Había triunfado en Cuba, la primera revolución de América Latina que abrió paso a nuevos procesos sociales en la región y movimientos de izquierda.
La huelga general en La Habana se transformó en un multitudinario recibimiento a Fidel Castro y a los rebeldes que le acompañaban, dando inicio a una nueva etapa para Cuba y el mundo.
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