Tras la Guerra de los Seis Días, en 1967, las relaciones entre Siria y EEUU se tensaron hasta extremos insospechados. No obstante, una serie de acontecimientos durante la Administración Nixon abrió las puertas a un diálogo entre ambos países.
Encuentro inesperado
Cuando el avión entró en el espacio aéreo de Siria, cuatro cazas MiG camuflados aparecieron de la nada y entraron en una formación alrededor del Air Force One. Al ver lo que estaba ocurriendo, el capitán de la aeronave presidencial, Ralph Albertazzie, reaccionó de inmediato.
Tema relacionado: El vuelo del avión 'fantasma' ruso sobre la OTAN
Según la descripción del incidente ofrecida por el medio Air and Space Magazine, el piloto hizo un brusco viraje a la derecha temiendo un ataque y, durante los siguientes siete minutos, realizó maniobras evasivas, incluyendo una caída en picada.
Por su parte, el entonces ayudante del mandatario a bordo del avión, David Gergen, relató que no estaba seguro de si los pasajeros iban a sobrevivir a lo que estaba ocurriendo y que las maniobras los tiraron a todos al suelo.
Enorme malentendido
El piloto del Air Force One dejó de llevar la aeronave hasta el límite cuando los controladores aéreos le informaron de que los MiG eran una escolta honoraria para dar una bienvenida al presidente de EEUU.
Tras ser informados sobre la verdadera razón de la presencia de cazas a su lado, los pilotos del Boeing prosiguieron con el vuelo según lo planeado y aterrizaron en el aeropuerto sin más percances.
El presidente Nixon nunca habló públicamente sobre el incidente que tuvo lugar aquel día, pero sí contó en una conversación privada con el reportero Kenneth Walsh que realmente se asustó.
También: El día que las Fuerzas Aéreas de Corea del Norte se enfrentaron a Israel