Sonia Santiago Hernández es la fundadora de Madres contra la Guerra, un colectivo de mujeres que alza su voz contra esta práctica. Hace 15 años su hijo, estudiante de magisterio, pasó a formar fila de las Fuerzas Armadas estadounidenses, convencido por un reclutador. No le dijo nada a sus padres, dada la postura contraria a la presencia de EEUU en Puerto Rico que impera en la familia.
"Mi hijo fue de las primeras tropas que entró a Irak aquel 19 de marzo del año 2003, con el propósito de EEUU de usurpar el petróleo. Estuvo 18 meses en Irak. Yo decidí transformar mi angustia en acciones de alerta a los jóvenes puertorriqueños", relató en diálogo con Sputnik Sonia Santiago Hernández.
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En un país donde prácticamente la mitad de la población depende de ayudas del Gobierno para la alimentación, con altas tasas de desempleo juvenil, y bajo rígidas medidas de austeridad impuestas por una Junta de Control Fiscal (que ata de pies y manos a la isla por su deuda de 70.000 millones de dólares), hay quienes aceptan este camino, sin ser conscientes de que "el alistamiento militar es una forma adicional del gancho que tiene EEUU sobre Puerto Rico", comentó la activista.
"Pero por sobre todo los utiliza para su agenda de ocupación y usurpación de recursos naturales y todo lo que tiene que ver con la hegemonía geopolítica de EEUU en el mundo en sus cientos de bases", aseveró Sonia Santiago Hernández.
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La fundadora de Madres contra la Guerra, psicóloga de profesión, subrayó que a raíz de su exposición a explosiones, muchas veces quienes vuelven con estos síntomas, "no tienen la capacidad cognoscitiva y emocional de poder estudiar y concentrarse". Otros terminan suicidándose.
Pero su hijo sufrió además "daño musculoesqueletal, osteoporosis y osteoartritis", producto de la inobservancia de los protocolos al momento de suministrar la vacuna contra el ántrax. Entre una y otra dosis, deben correr algunos meses. Sin embargo, denunció Sonia Santiago, una dispensa establecido por la Administración de Bill Clinton habilita a que se repitan las dosis al cabo de un par de semanas.
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Por otra parte, al volver no tienen una infraestructura de apoyo al veterano de guerra insuficiente: hay un solo hospital que cubre en toda la cuenca del Caribe a todos los veteranos de todas las guerras, y "no tiene sala de trauma", por lo que quienes sufrieron un daño neurológico no tienen cómo tratarlo, indicó la activista.
Esto, sin contar el efecto de agentes químicos como el uranio reducido, "un metal pesado que se utiliza como punta de lanza para derretir el blindaje del enemigo". Expuestos a la sustancia, ingresa por los poros y se aspira, y provoca efectos neurológicos adversos.
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En ocasiones, en base a testimonios de excombatientes, Sonia Santiago afirmó que las alarmas de ataque bioquímico en los campamentos se activan por la concentración de esta sustancia y otras en los uniformes de los efectivos.
Una historia centenaria
En 1917, con la presencia de EEUU en la isla ya vuelta un hecho, una ley del Capitolio "impone" la ciudadanía estadounidense a los puertorriqueños. Como recordó Sonia Santiago, esto conlleva el reclutamiento forzado de los jóvenes al cumplir los 18 años". Así, unos 18.000 boricuas debieron servir bajo pabellón estadounidense en la Primera Guerra Mundial (1914-1918).
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No fueron excepción los otros conflictos en los que rigió la conscripción. Durante la Segunda Guerra Mundial, se estima que fueron más de 60.000; en la Guerra de Corea, casi 70.000; en la Guerra de Vietnam, prácticamente 50.000. Hoy en día, según el censo de 2010, hay 2.000 veteranos sin techo en Puerto Rico. En la llamada "guerra contra el terrorismo", 124 puertorriqueños perdieron la vida.
"No es ahora nada más. Ellos nos han usado como carne de cañón desde entonces. Han muerto miles de puertorriqueños. Y muchos sobrevivientes vuelven enfermos de la guerra", denunció la activista.
La presencia del nuevo Comando Geográfico del Caribe
La decisión de unificar batallones y simplificar las cadenas de mando se justifica, en teoría, para acelerar la capacidad de respuesta ante catástrofes naturales, como el paso del huracán María en 2017. En los medios locales, además, se subrayó la inyección de 285 millones de dólares anuales que esto implicaría en la isla.
Sin embargo, esta medida genera suspicacias en algunos de sus habitantes, en base a datos históricos.
"Cuando gana las elecciones Ronald Reagan, incursiona en la guerra en Centroamérica, y Puerto Rico tiene que ver muchísimo que ver, porque desde aquí se han invadido países hermanos", indicó Sonia Santiago Hernández.
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"No me cabe la menor duda de que esto es una agenda del Ejército de EEUU para que los puertorriqueños que saben español participen de ser necesario en una agresión contra Venezuela", agregó la activista de Madres contra la Guerra.
Por otra parte, recordó que la acción de EEUU para paliar la situación de la isla en esas circunstancias demoró. Trump visitó Puerto Rico "y hasta se mofó de los puertorriqueños", aseguró la entrevistada.
"De todos los países latinoamericanos querían ayudar y EEUU dijo que no. Entonces nos sometieron, como siempre, a su bota", opinó la referente de Madres contra la Guerra.
Educación en vez de armas
"Además de orientar a la juventud para que no firmen un contrato militar tenemos una campaña activa de objeción por conciencia para los militares. Entendemos que se le da muy poca información a los militares de sus derechos y uno de estos es que en su contrato hay una cláusula que establece que ellos por razones éticas, morales o religiosas pueden acogerse a la objeción por conciencia", dijo la activista.