En el marco de una cumbre sobre el genoma humano realizada en Hong Kong, He Jiankui, científico chino, anunció que estaba "orgulloso" de haber logrado traer al mundo a las primeras mellizas modificadas genéticamente: Lulu y Nana.
La noticia generó gran conmoción en el mundo científico. La técnica se viene aplicando desde 2015 en animales, plantas y microorganismos, pero no se había utilizado en seres humanos, por lo que implica a nivel bioético modificar el genoma de una persona y la posibilidad de generar bebés "a medida".
"Estaríamos abriendo las puertas para que después haya personas que digan: ‘yo soy muy bajito y no quiero que mi hijo sufra lo que sufrí yo'. Entonces decidan, por ejemplo, modificar su gen receptor de hormona de crecimiento", señaló a Sputnik Marcelo Rubinstein, investigador en el Instituto en Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular de Argentina.
En Uruguay, el Instituto Pasteur de Montevideo viene trabajando con la técnica CRISPR en ratones, peces, gusanos, parásitos, y ovejas, de acuerdo a las necesidades de distintos investigadores.
"Nosotros con estas herramientas podemos diseñar cómo modificar el genoma para que ellos puedan después trabajar en ese animal. (…) Es una técnica mucho más eficiente y económica, entonces nos permitió ir avanzando más rápido en nuestras áreas de interés", explicó Martina Crispo, responsable de la Unidad de Animales Transgénicos y Experimentación del Instituto Pasteur.