El 'procés' está acabado. Así de contundente se expresa respecto al independentismo catalán el historiador, escritor y ensayista Joaquim Coll. Entiende que fue un proceso político y ubica su inicio en septiembre de 2012, y su punto final en octubre de 2017.
Opina que "el motor del 'procés' ha sido el imaginario unilateral: la creencia, la promesa, el engaño y el autoengaño de que es posible la secesión por una voluntad minoritaria del Parlamento de Cataluña, y que por tanto eso se produciría como fruta madura de manera inevitable, que habría un reconocimiento internacional; que Cataluña continuaría formando parte de la Unión Europea al salir de España, y que el Estado (español) no podría hacer nada.
"Ese fue el imaginario unilateral", sentencia Coll.
No obstante, el secretario de Igualdad, Migración y Ciudadanía de la Generalitat de Catalunya, Oriol Amorós, indica que para que triunfe el movimiento independentista "harían falta tres cosas: una mayoría más clara en Cataluña; un progreso de la calidad democrática del Estado español; y que la comunidad internacional fijara sus condiciones, pusiera su punto de vista e hiciera también una presión para una resolución democrática".
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En su forma de ver, "los medios catalanes son un poco más plurales. Hay muchos de ellos que son más bien contrarios a la independencia, los hay que son favorables, pero todos ellos tienen una pluralidad de opiniones. Incluso TV3, la televisión pública catalana que se suele criticar tanto, tiene una presencia de favorables a la independencia un poco mayor que la de los contrarios, pero también es lo que refleja la opinión de la población. Por lo tanto no hay cambio tampoco en cuanto a situación de medios de comunicación públicos: seguimos con el mismo asedio".
Por su parte, Oriol Amorós, lo ve de otra manera. Expresa que este último año "ha sido muy complicado, ha habido elecciones, las ganó el independentismo claramente con unos candidatos que en parte están ahora en prisión, y en parte en el exilio. Las personas que el pueblo votó no están en el Gobierno. El pueblo votó a (Carles) Puigdemont, el pueblo votó a (Oriol) Junqueras, y a toda una serie de personas".
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Mientras, Joaquim Coll insiste en que al independentismo "le cuesta reconocer" que ese ‘imaginario colectivo' ha colapsado, pero que "no abandona la unilateralidad", y que es "todo pura retórica. La unilateralidad no opera políticamente, lo estamos viendo cada día. (Los independentistas) no han podido hacer nada de lo que habían prometido. Ahora mismo acaban de aceptar la sustitución que ha ordenado el juez (Pablo) Llarena en relación a los diputados que están en la cárcel".
"Es una situación sorprendente: que unos estén en la calle sin una orden de persecución por parte de la justicia porque ha perdido y no quiere seguir haciendo el ridículo, y otros que hicieron lo mismo, están en prisión preventiva, sin juicio. Claro, esta es una situación anómala e injusta", sentencia el funcionario catalán.
Entretanto, Coll explica que los independentistas "no renunciarán (al secesionismo), porque no pueden renunciar como postulado, por tanto estamos, no ya en el 'procés', sino en la tensión secesionista que viene de lejos y que ya existía antes del 'procés', elementos que indicaban que se pretendía la secesión, etc, y esto va a continuar durante mucho tiempo porque no hay una solución política, porque 'democracia' y 'secesión' son términos difícilmente compatibles".
Referéndums en Canadá y Escocia.
Amorós cree que en esta encrucijada no hay un cambio significativo por parte del Gobierno de Pedro Sánchez —respecto al de Mariano Rajoy— y que una solución definitiva pasaría por pactar un referéndum acordado.
"Yo no entiendo por qué motivo los ciudadanos de Canadá pueden decidir este tipo de cosas así, en Quebec por ejemplo; los ciudadanos de Suiza pueden hacer referéndums cada quince días, los ciudadanos de Escocia pueden hacer un referéndum, y los catalanes no. Ahí no hay ningún cambio", señala Amorós.
Respecto a caso de Quebec el escritor incide en que no hubo referéndums acordados, fueron unilaterales, y luego las autoridades canadienses hicieron la 'Ley de la claridad' para evitar un tercer referéndum. "Recordemos que los independentistas quebequeses hicieron una ley en contra de la Ley de la claridad porque no aceptaban sus reglas, que por otro lado son muy poco claras, por tanto, no hay solución política".
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Elecciones aquí, elecciones allá
Joaquim Coll menciona que este año hay elecciones en Quebec justamente el día 1 de Octubre y entiende que allí los independentistas van a sacar un muy mal resultado otra vez. "Va a ganar seguramente el Partido Liberal, o esta coalición nueva nacionalista moderada que rechaza completamente el referéndum. Es decir, (Quebec busca) pasar página a escenarios de tensión, de crispación, que no conducen a nada y que dividen y fragmentan la sociedad".
¿Cómo podrán cerrarse las heridas?
Joaquim Coll cree firmemente que "sólo el paso del tiempo logrará que la parte de la sociedad catalana —sin duda importante— que ha creído en ese imaginario, y que ha llevado a todas las manifestaciones, a toda la agitación, acepte la realidad, y empezaremos a pensar en otras cosas".
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Explica que hay varios ejemplos de Estados plurinacionales. "Está el caso de Suiza, el de Canadá, o el de Bolivia", que lo tiene especificado en su nombre: "República Plurinacional de Bolivia". "Entonces este trabajo de contarles a los españoles la verdad, no se atreven. Ningún político español se atreve".
"De hecho, la Constitución de 1978 lo reconoce implícitamente porque dice exactamente que España está formada por regiones y nacionalidades, pero no dice en ninguna parte qué es eso, y no dijo en ningún momento qué nacionalidades, aunque todos sabemos que se refiere a Cataluña, País Vasco y Galicia. (…) Esta es la situación. Entonces esta incógnita que se dejó en el '78, ¿cuándo le van a decir a los españoles a qué se referían? Yo creo que ha llegado la hora. Entonces, cuando alguien haga esto, la propuesta federal o confederal, será creíble".