La Guardia Civil sostiene que el entonces consejero de Interior de la Generalitat (Gobierno catalán), Joaquim Forn, no descartó "en última instancia" un "conflicto armado con el Estado".
El texto también agrega las palabras de Forn en una entrevista a Vilaweb del 11 de octubre de 2017, en la que aseguró que si las autoridades españolas aceptaban la nueva realidad política "no habría colisión entre cuerpos de policía", de lo que los agentes de la Guardia Civil dedujeron que éste se produciría al no haber dicha aceptación.
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Según el instituto armado, las movilizaciones continuaron los días siguientes con un "fustigamiento a las fuerzas y cuerpos de seguridad, y a los cuarteles, edificios del Estado y hoteles" donde se alojaban los agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
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Estos actos, recoge el informe, tenían como fin acelerar el proceso independentista y tuvieron un "efecto intimidatorio con el objetivo de limitar, acobardar y dificultar, si no impedir, las actuaciones policiales".