Se trata del programa que permite a los viejos creyentes —que huyeron de la persecución religiosa de la URSS en el siglo XX— regresar a Rusia. Actualmente, la comunidad sudamericana de los viejos creyentes es de más de 3.000 personas.
Los representantes de la corriente religiosa normalmente se dedican a la agricultura o ganadería. Por lo tanto, una sola familia necesita un terreno de unas 300 hectáreas.
Un corresponsal de Sputnik los entrevistó cuando llegaron a la región de Priamurie. Una de las entrevistadas, María Kalúgina, contó que la voluntad de regresar a su patria es el deseo primordial de los viejos creyentes.
Más: "Rendirse no forma parte de nuestro credo": los viejos creyentes regresan de América Latina a Rusia
La delegación fue acompañada por un representante de la Agencia local para el Desarrollo del Capital Humano, Iván Efímov, que también subrayó lo importante que es la intención de asentarse en Rusia para ellos.
"Regresan a su patria. Para ellos, la patria es una palabra sagrada. Recuerdo las frases que dicen: 'En la tierra rusa, el Dios nos oye mejor', 'Aquí morían nuestros abuelos y nosotros deberemos ser enterrados aquí'", destacó.
Efímov contó que dos chicos de Brasil y dos chicas de Uruguay llegaron a Rusia con el fin de repatriarse y encontrar parejas en el país.
Durante su viaje, la delegación visitó varias regiones rusas, pero Primorie fue el territorio predilecto. Allí hay grandes territorios libres y se pueden vender los productos agrícolas a los países cercanos: China, Japón y Corea, explicó Efímov.
También: Los viejos creyentes de América Latina obtienen más de un millar de hectáreas en Rusia
Para los viejos creyentes, China no es solamente el principal mercado, sino también la patria de sus antepasados. Antes de mudarse a América Latina, la comunidad de viejos creyentes emigró al país asiático.
Los viejos creyentes poseen más de 1.000 hectáreas en la zona y trabajan mayoritariamente en ganadería.
También te puede interesar: La asombrosa historia de los viejos creyentes ortodoxos de Uganda
Después de la estancia en el Extremo Oriente ruso, la delegación planea visitar otras regiones para escoger el territorio más apto y asentarse en su país de origen.