"Si el Gobierno no logra recuperar el control de Idlib mediante la reconciliación, el Ejército nacional sirio tiene todo el derecho a recuperar esos territorios por la fuerza", dijo el diplomático tras la reunión internacional, que se celebró en la ciudad rusa de Sochi.
"En lo que se refiere a la provincia de Idlib, debe volver bajo el control de Damasco sin ningún tipo de compromiso ni acuerdo a medias", dijo Jaafari.
Por su parte Ayman Asimi, representante oficial de la delegación opositora en la nueva ronda de las consultas en el formato de Astaná declaró que la oposición siria va a rechazar la solución política del conflicto en el país árabe si el Gobierno usa la fuerza militar en la provincia noroccidental de Idlib.
"Llegamos a Sochi para una solución política y nos tomaron por sorpresa las amenazas de Damasco; si hay combates en Idlib, olvidaremos la solución política", dijo en una rueda de prensa.
Asimi señaló que la oposición "llama a las autoridades sirias a mantener su apego a la solución política, y a Rusia a no apoyar a Damasco en esta operación".
Asimi agregó que aspira a que la provincia de Idlib se convierta en una zona de tregua permanente.
"Queremos que Idlib se transforme de la zona de distensión a la del cese permanente del fuego", dijo en rueda de prensa.
A su juicio, la presencia turca en los puntos de observación instalados en la línea de demarcación de la zona de desescalada garantiza la seguridad en esta área.
También afirmó que la oposición "siempre ha instado a lograr la paz" y que no teme las amenazas de Damasco de lanzar una operación en Idlib.
Alexandr Lavréntiev, el enviado presidencial ruso para Siria, agregó, por su parte, que Rusia está dispuesta a ayudar a la oposición siria en la provincia de Idlib a eliminar a terroristas de la agrupación Frente al Nusra (proscrita en Rusia).
"Si la oposición moderada es capaz de emprender medidas concretas contra los terroristas y cumplir esta tarea por su cuenta, que sea así; si necesitan nuestra ayuda, estamos dispuestos de prestarla, ya lo decimos abiertamente a los representantes de la oposición", dijo.
Lavréntiev añadió que no se trata de ninguna operación militar a gran escala en Idlib.
Añadió que Moscú llama a la oposición moderada "a cooperar de manera más activa con los socios turcos, con nosotros para lograr que se solucione este problema [con Frente al Nusra]".
La provincia de Idlib fue ocupada en 2015 por grupos armados y la organización terrorista Frente al Nusra (también conocida como Fatah al Sham, prohibida en Rusia).
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Conforme a los acuerdos de reconciliación, a esa provincia se han evacuado a través de corredores humanitarios los miembros de grupos radicales que se han negado a entregarse a las fuerzas gubernamentales en Alepo, Homs y Guta Oriental, escenarios de operaciones antiterroristas.
En 2017, el territorio de Idlib entró en la zona de distensión del norte de siria, patrocinada por Turquía como uno de los países garantes de la tregua en el marco del proceso de Astaná.
El 26 de este mes, el presidente de Siria, Bashar Asad, declaró en una entrevista con los medios rusos que la provincia de Idlib y otros lugares con presencia de terroristas serán los frentes prioritarios para el Ejército sirio.
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Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a grupos armados de la oposición y a organizaciones terroristas.
La solución del conflicto se busca en dos plataformas, la de Ginebra, bajo los auspicios de la ONU, y la de Astaná, copatrocinada por Moscú, Ankara y Teherán.