Según recordó el medio, hasta el momento, la política exterior de Trump en el ámbito de la energía no ha dado frutos. Así, Alemania, Suecia y Finlandia ya apoyaron el proyecto, mientras que los primeros tramos del nuevo gasoducto se construirán en el fondo del mar Báltico en el futuro próximo. Incluso si el mandatario estadounidense intenta imponer sanciones económicas contra cinco consorcios energéticos europeos —socios del gigante ruso Gazprom—, el gasoducto no quedará sin financiamiento.
"El proyecto tendrá la financiación garantizada. Esto es importante para Gazprom, y la liquidez de Rusia en euros es muy alta", declaró el director financiero del proyecto, Paul Corcoran, quien subrayó que "las sanciones económicas contra Rusia pueden dar lugar a más opciones para financiar el Nord Stream 2".
De este modo, las sanciones de Trump no solo no podrán obstaculizar el proyecto energético europeo, sino que incluso beneficiarán tanto a la UE —descontenta con la reciente decisión de Washington para aumentar aranceles a las importaciones de acero y aluminio de Europa—, como a Rusia.
Por su parte, Washington se pronuncia en contra de la construcción de la tubería y considera que el proyecto energético podría amenazar a la seguridad de la UE, así como prevé imponer sanciones a los participantes. Asimismo, tiene previsto construir sus propias refinerías de gas natural licuado en el territorio europeo. A su vez, Rusia ha declarado en reiteradas ocasiones que los intentos de EEUU de bloquear el gasoducto tienen carácter político.