Se trata de la fuerte crítica con la cual el Parlamento Federal de Alemania —Bundestag— arremetió contra EEUU por la reciente publicación de Foreign Policy sobre las posibles sanciones estadounidenses contra las compañías europeas que junto con la empresa rusa Gazprom trabajan en la construcción del Nord Stream 2.
"Con todo eso, resulta que las sanciones de EEUU sirven de herramienta de presión no solo respecto a Rusia, sino también a las empresas más grandes de Europa, que, a su vez, presionan a la élite política de Alemania. Por eso se oyen desde el Bundestag tales declaraciones, allí ya discuten como hacer frente a la presión norteamericana", dijo el experto.
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"La reacción de la elite política de Alemania se explica por las necesidades económicas reales de las grandes empresas europeas y ya se hace más obvia la creación de la oposición económica a las sanciones estadounidenses. Europa quiere tener sus ingresos y no quiere arriesgarlos por ningún descontento que se oiga desde otra parte del mundo", concluyó.
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El medio Foreig Policy informó que la Administración Trump prevé imponer sanciones contra cinco compañías por la cooperación con Rusia en el proyecto Nord Stream 2. De acuerdo con el periódico, que cita fuentes de la Casa Blanca, se trata de las empresas alemanas Wintershall y Uniper, la francesa Engie, Royal Dutch Shell del Reino Unido y Holanda y la austriaca OMV.
"Nord Stream 2 es un proyecto económico importante que apoyamos y que no debe verse amenazado por las sanciones de terceros países", comentó esta información el vicepresidente del Bundestag, Thomas Oppermann.
En agosto de 2017, el Gobierno estadounidense promulgó una ley para ampliar sus sanciones unilaterales a Rusia y otros países a los que considera "adversarios".
De esta manera, la ley estadounidense deja la puerta abierta a las sanciones contra las compañías europeas.
Rusia y Alemania declararon en reiteradas ocasiones que el proyecto Nord Stream 2 es puramente comercial y los intentos de bloquearlo tienen un carácter político.