"En los próximos meses queremos con nuestros socios dar pasos adelante en la transformación profunda del sistema de Dublín, para determinar reglas de responsabilidad y solidaridad, de momento ese sistema no funciona", dijo Macron al finalizar una reunión con el primer ministro de Italia, Giuseppe Conte.
El presidente francés apuntó a la falta de solidaridad entre los políticos europeos y de eficacia en cuestiones de migración y zona euro.
"La situación migratoria de los últimos días demostró que nuestra organización colectiva no es buena y que no podemos responder a los desafíos que enfrentamos", señaló aludiendo al caso del barco Aquarius con 629 migrantes a bordo, al que Italia había denegado la entrada a sus puertos.
Subrayó que a pesar de no ser el primer país de entrada de los migrantes, Francia recibe actualmente el mayor número de solicitudes de asilo.
"Si Italia durante los primeros cuatro meses de 2018 recibió 18.000 solicitudes de asilo, Francia recibió 26.000 y el año pasado Francia recibió casi 100.000 solicitudes, mientras que Italia, 129.000", detalló Macron.
Europa actualmente es escenario de la crisis migratoria más grave desde la Segunda Guerra Mundial, causada por los conflictos armados y problemas económicos en el Oriente Medio y África del Norte.
La Convención de Dublín (conocida igualmente como el sistema de Dublín) es una ley de la Unión Europea encaminada a racionalizar los procesos de postulación de solicitantes de asilo según la Convención de Ginebra.
Además: Los pobres de Europa dicen basta a la inmigración masiva
En caso de que el mismo no tenga permiso de residencia en el país donde se encuentra o su solicitud de asilo sea rechazada, el refugiado es enviado al país de origen.
Los países que reciben la mayor cantidad de migrantes, entre ellos Grecia e Italia, están en contra de ese sistema, ya que las normas bloquean a los refugiados en su territorio.