"Los libaneses consideran Israel como su principal amenaza y consecuentemente las acciones emprendidas por parte de sus autoridades en Siria se perciben como una amenaza directa para el Líbano", aseguró el analista, citado por el portal ruso Gazeta.ru.
De esta manera, el politólogo comentó la noticia de que el movimiento chiita Hizbulá —que goza del apoyo de Irán y que lucha en Siria al lado del Gobierno de Asad— obtuvo la mayor parte de los votos en las elecciones parlamentarias en el Líbano. Esta victoria le permitirá influir sobre las decisiones tomadas por el primer ministro y el presidente del Líbano.
De acuerdo con el medio ruso, las autoridades israelíes entienden perfectamente la posibilidad de que se desarrolle este escenario. Esta fue la razón por la que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, declaró que Israel no permitirá que Hizbulá traslade sus armas de Siria al Líbano.
El conflicto en Siria afecta directamente al Líbano, que ampara más de miles de refugiados sirios y que, a pesar de las duras condiciones de vida, no quieren devolverse a un país envuelto en llamas.
No obstante, Israel no es el único país de Oriente Medio que no quiere perder sus posiciones en el Líbano a causa de la consolidación de Irán. Arabia Saudí también tema la posibilidad de este desenlace.
"El Líbano se convierte en una isleta de lucha entre Irán y Arabia Saudí. Con esto los saudíes pierden. Hizbulá se preparó muy bien para estas elecciones", comunicó a Gazeta.ru una fuente anónima cercana a los círculos diplomáticos de Rusia y experta en el Líbano.
Recientemente, el portavoz del Parlamento libanés, Nabih Berri, declaró que el nuevo Gobierno del país será formado en un mes. A pesar de que el sunita Saad Hariri seguirá ocupando el cargo de primer ministro, este podrá tener dificultades a la hora de aplicar su política debido a que su partido Movimiento Futuro perdió una gran cantidad de votos a favor de Hizbulá, que incrementó considerablemente su peso en el Parlamento del país.