"Los estereotipos de género se encuentran en la raíz de muchas de las dificultades que enfrentan las mujeres para acceder a puestos políticos, sobre todo de liderazgo; la política sigue siendo un mundo dominado por prácticas masculinas donde el acceso de las mujeres a posiciones de poder e influencia sigue siendo muy difícil", dijo a esta agencia la psicóloga argentina Virginia García Beaudoux, profesora de la Universidad de Buenos Aires.
Una de esas construcciones es el estereotipo de que "la ambición, el mundo público y el buen líder es masculino", añadió la especialista en comunicación política.
La investigadora argentino-española Flavia Freidenberg cree que no es casualidad que la región esté de nuevo gobernada exclusivamente por hombres, pues las mujeres siguen enfrentándose a fuertes dificultades para hacer política, pese a que las cuotas de género incrementaron su participación en listas parlamentarias.
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Las siete exgobernantes son Bachelet en Chile (2006-2010 y 2014-2018), Cristina Fernández en Argentina (2007-2015), Dilma Rousseff en Brasil (2011-2016), Laura Chinchilla en Costa Rica (2010-2014), Portia Simpson-Miller en Jamaica (2006-2007 y 2012-2016), Mireya Moscoso en Panamá (1999-2004) y Violeta Chamorro en Nicaragua (1990-1997).
Diversidad de países
García Beaudoux observó que el hecho de que una mujer sea jefa de Gobierno tiene un valor más simbólico que estadístico, pues lo que realmente muestra avances o retrocesos de las mujeres en la política es la estructura de la política en general.
En ese aspecto, "América Latina no está peor que otras regiones del mundo", comentó.
"América Latina es muy grande y diversa; en el promedio mundial las mujeres ocupan 23 de cada 100 bancas de los parlamentos del mundo y en esta región lo hacen 26 de cada 100, un poco por encima del promedio mundial, pero después cada país es diferente", matizó.
La politóloga argentina Yanina Welp apuntó por su parte que no existe correlación entre riqueza o institucionalización de la democracia y representación de las mujeres en cargos políticos.
"Uruguay es uno de los países con mayor estabilidad democrática y menor representación de mujeres", dijo a esta agencia Welp, directora del Centro Latinoamericano de Zurich, que hace parte de la Universidad de Zurich, Suiza.
Principales problemas
Freidenberg detalla cuatro problemas que debe sortear una mujer cuando quiere competir por un cargo de elección popular.
Todos esos elementos, asegura, afectan más a las mujeres que a los hombres, de manera directa o indirecta, dificultando el ejercicio de derechos políticos y electorales.
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Asimismo Freidenberg indicó que los propios partidos suelen ser el principal cuello de botella, pues aunque han aprobado reglas para que haya mujeres en las candidaturas, "ellos mismos han supuesto barreras importantes" permitiendo o bloqueando su participación en cargos.
Las 4 mujeres presidentes que no tuvieron un final feliz, ¿maldición del machismo político?https://t.co/rbiNgDKZ0b pic.twitter.com/MbSiOVYBm8
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 12 августа 2017 г.
Esto se agrava de manera sustantiva en la política local, donde "solo el 13,1 de las alcaldías de la región están ocupadas por mujeres", añadió Freidenberg, autora del libro "Cuando hacer política te cuesta la vida. Estrategias contra la violencia política hacia las mujeres en América Latina".
Más de la mitad de las personas militantes de los partidos políticos de la región son mujeres y, sin embargo, las secretarias generales de los partidos y presidentas son menos del 16%, indicó.
García Beaudoux también recordó que la igualdad numérica no equivale a igualdad sustantiva, ya que incluso en naciones europeas donde hay 40% de mujeres ocupando posiciones de jerarquía "se encuentran pocas en las comisiones donde se reparte el poder y el dinero".
"En las comisiones del parlamento donde hay más mujeres es en Educación, Salud, Familia, Infancia, pero pocas en Presupuesto, y eso es falta de igualdad sustantiva, es decir, igualdad para poder influir y tener poder", concluyó García Beaudoux.
Las tres expertas consultadas por esta agencia son integrantes de la Red de Politólogas, que promueve el trabajo de las mujeres dedicadas a la ciencia política latinoamericana.