La indígena que hace temblar al establishment mexicano:
Además de candidata presidencial, es la vocera del Congreso Nacional Indígena (CNI), una organización autónoma de comunidades, pueblos, barrios y tribus originarias de México. Tener estos orígenes en un país como México es una clara desventaja. La Encuesta Nacional mexicana sobre Discriminación alerta sobre la existencia de una relación entre los rasgos de origen y las oportunidades laborales, económicas, educativas, sociales y de salud.
Pero los pueblos originarios son solo uno de sus desafíos, esta mujer vive en un país donde son asesinadas siete mujeres al día. Combinados, su género y descendencia la ponen en un sitio donde el solo hecho de dar pelea por el Ejecutivo es toda una proeza.
"Nuestra propuesta es muy sencilla: estremezcamos juntos esta nación", dijo la candidata alguna vez en un discurso a estudiantes universitarios. Representa a las comunidades que quieren cambiar a México y el mundo desde abajo y a la izquierda para crear "un mundo en el que quepan muchos mundos".
Su proyecto político puede resumirse en pocas palabras que engloban grandes conceptos: "No más un México sin nosotros", dijo la propia Marichuy, en referencia a los excluidos por el sistema colonial y democrático moderno.
Sepa más aquí: El largo viaje hacia la Presidencia de una candidata indígena
La mujer fuerte de la izquierda peruana:
Su nombre completo es Verónika Fanny Mendoza Frisch. Nació el 9 de diciembre de 1980 en Cusco. Al terminar sus estudios básicos ingresó a la Universidad Nacional San Antonio de Abad. Sin embargo Europa estaba en su destino. No terminó su carrera en Perú, sino que viajó a Francia, donde en 2003 obtuvo el título de licenciada en Psicología en la Universidad Denis Diderot, en París.
Durante su militancia en el Partido Nacionalista desempeño varias tareas. En 2007 se destacó como coordinadora de comités de apoyo internacional, dos años más tarde ocupó el rol de secretaria de prensa de juventudes, y luego fue vocera de la comisión de la mujer.
Algunas de sus propuestas de gobierno son desactivar el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP); promover la muerte civil para los funcionarios corruptos, una problemática que la mayor parte de la opinión pública considera el más grave del país andino.
Otra de sus preocupaciones principales es lucha contra el crimen organizado, promulgar una reforma universitaria y aumentar la inversión en investigación. Además quiere llevar adelante una reforma en servicios de salud pública, legalizar la marihuana, el aborto y el matrimonio igualitario. Otra de las claves de su ideología es promulgar la laicidad del Estado.
Una bocanada de aire fresco para la izquierda chilena:
Beatriz Sánchez, o "la Bea", como se la conoce, no contaba con mucha experiencia política antes de presentar su candidatura, sin embargo era una figura pública por sus análisis como periodista.
Egresó de esta carrera de la Universidad de Concepción. Su trabajo en esta disciplina fue reconocido por distinos premios. En 2014 publicó su primer libro, "Poderosas". En él entrevistaba a mujeres en cargos de poder, como la actual presidenta de Chile, Michelle Bachelet. Quizás haya sido una premonición de su propia vida.
Como contrapropuesta considera que la plataforma neoliberal del expresidente y candidato de derecha, Sebastián Piñera, es retroceso para la sociedad chilena.
Esta mujer de 46 años, aseguró que su coalición surgió en respuesta a la desigualdad y la corrupción que afectó a su país en los últimos años, aunque admitió que la sociedad chilena le teme a los cambios estructurales. Su desafío ahora es mantener e incrementar su popularidad sin un cargo político durante los próximos cuatro años, de cara a las elecciones de 2021.