Este escenario va acompañado de un sustancial incremento del presupuesto militar por parte del presidente Trump y del ascenso irresistible de los nacionalismos.
Con antelación, la CSM había publicado su pesimista reporte '¿Al borde o hacia atrás?', que vaticina "una nueva era de incertidumbre en el horizonte" cuando la "seguridad internacional en el año 2017 estuvo marcada por señales de erosión continua del orden internacional liberal y una política exterior de EEUU cada vez más impredecible".
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Después del colapso de la URSS en 1991, el orden financiero anglosajón impuesto por EEUU —hoy inmerso en el aislacionismo 'trumpista' acompasado por el Brexit— naufraga después de la grave crisis de 2008 y de la quiebra del banco Lehman Brothers.
Sus organizadores se ufanan de la concurrencia de relevantes think tanks del mundo anglosajón.
El presidente de la Conferencia, Wolfgang Ischinger, anterior embajador alemán en EEUU y Gran Bretaña, expuso en 2017 que "el mundo se ha acercado al borde [sic.] de un conflicto importante". A ello se refiere el título sugerente de 'Al borde'.
El reporte señala las "tensiones en varias partes del mundo que se han incrementado": entre Rusia y la OTAN, entre EEUU y Corea del Norte, entre el golfo Pérsico y Arabia Saudí e Irán y, por último, el peligro de perder el control de las armas nucleares en los principales tratados.
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Mathias von Hein, de Deutsche Welle, se pregunta si la CSM marca "el fin de la diplomacia" ante tanta recriminación cacofónica: "Después de 3 días de discusiones queda muy claro que todo apunta a mayores conflictos" frente a la fase de "narrativas contradictorias, aisladas y, aparentemente, irreconciliables" en las que destacan las "relaciones difíciles entre los países occidentales [sic.]" y su letanía de "imperdonables reproches recíprocos".
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, fustigó a Europa por "regresar a la era nazi" y desechó los "lamentos" de la supuesta interferencia en la elección de EEUU como "habladurías".
A propósito, el general H.R. McMaster ha llegado hasta a exagerar la intromisión de Rusia y Venezuela en las elecciones en su frontera sur.
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El reporte cita a un experto de política exterior de EEUU de la Universidad de Princeton, John Ikenberry: "El país más poderoso del mundo ha empezado a sabotear el orden que creó". Este determinista teorema anglocéntrico es muy debatible, ya que Rusia y China han alcanzado a EEUU en los 4 rubros —militar, económico, tecnológico y cultural— que solía citar Zbigniew Brzezinski como pilares del poderío unipolar y eterno de Washington.
En el rubro económico: China es la máxima potencia económica del planeta por delante de la Unión Europea y del mismo EEUU cuando se mide el PIB por la paridad de compra.
En el ámbito tecnológico: China compite con EEUU en las supercomputadoras y en la estratégica Inteligencia Artificial, mientras que Rusia exhibe músculo en ciberseguridad.
Dejo de lado la discusión sobre la "cultura", que Brzezinski confundió con el trivial "entretenimiento".
El reporte de la CSM evidenció la "brecha de la interconectividad y la digitalización" en Europa, que requiere de una mayor inversión para cerrarla.
Europa se cuestiona hoy "cuál será su destino sin EEUU" cuyo "paraguas nuclear" podría "envalentonar a Rusia". Esta es la razón por la que Bruselas sopesa una mayor seguridad coordinada entre Francia y Alemania, que baraja duplicar su gasto militar.
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En la reciente 'Estrategia de Seguridad Nacional', Trump excluye la lucha contra el terrorismo, que inició 'baby' Bush a raíz del 11 de septiembre de 2001, para concentrarse en sus dos grandes competidores: Rusia y China.
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Para el Grupo de Múnich, "el impacto del cambio climático en las relaciones internacionales va más allá de los desastres naturales" ya que "afecta los sistemas económicos, de seguridad y políticos en todo el mundo" y es una "amenaza multiplicadora", en especial para los países que no pueden lidiar con ello debido a sus "capacidades limitadas".
La lastimosa orfandad europea quedó de manifiesto cuando Gabriel advirtió que "nadie debe tratar de dividir a la Unión Europea: ni Rusia ni China, pero tampoco EEUU".
La militarización no es solo estadunidense, sino que también es marcadamente europea en su "nueva era", según el reporte de la CSM.
Ischinger, presidente de la CSM, presentó también un reporte del 2017 sobre defensa europea llamado 'Más europeo, más conectado, más capaz. Construyendo las Fuerzas Armadas Europeas del futuro', que prevé un vigoroso rearme en Europa.
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El reporte europeo estima que de aquí a 2024 el gasto militar alcanzará la mirífica suma de US$378,000 millones: un incremento del 50% que provendrá primordialmente de Alemania, Italia y España.
¿Llegará Alemania al punto de comprar armas nucleares de algunos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU y/o de los otros países nucleares?
La revista estadunidense Newsweek se pregunta si los países de la OTAN llegarían a una guerra contra Rusia con base en el reporte de la CSM, en medio del "colapso del liberalismo.
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Tampoco existe la opción de ir hacia atrás, hacia la aberrante unipolaridad solipsista de EEUU. Por el contrario, una salida racional sería la adopción de un nuevo orden tripolar basado en EEUU, Rusia y China.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK