La delegación norcoreana, que compite en forma conjunta con el equipo surcoreano en los Juegos Olímpicos de Invierno, es presidida por la hermana del mandatario norcoreano Kim Jong-un, quien será recibida por el mandatario surcoreano Moon Jae-in.
No se descarta una sorpresa que escenifique un encuentro 'fortuito' entre norcoreanos y estadounidenses.
Kissinger consideró que el golpe preventivo "es poderoso y su argumento es racional (sic)" y arguyó que Pyongyang constituye "la más inmediata amenaza a la seguridad global", argucia que no es compartida por Rusia y China, las otras dos superpotencias que comparten fronteras con Corea del Norte, cuando el territorio de EEUU, sin contar Hawái, se encuentra a 10.358 kilómetros de distancia.
No se lo pierda: The Economist predispone a la 'próxima guerra' de EEUU contra Rusia y China
Kissinger afirmó que las relaciones entre Washington y Pyongyang han alcanzado un punto de bifurcación en el que la Administración Trump debe considerar un golpe militar preventivo o incrementar sanciones más estrictas.
Se trata de un tema añejo que no ha sabido manejar la diplomacia estadounidense desde hace un cuarto de siglo y que se ha gangrenado innecesariamente, en especial, por los presidentes oriundos del Partido Republicano, cuando los mandatarios provenientes del Partido Demócrata —Carter, Clinton y Obama— han sido más propensos a resolver el contencioso nuclear en forma diplomática y que, a mi juicio, debe emular la unificación alemana, pero en la que tienen que participar primordialmente Rusia y China, además de Corea del Sur —que goza de excelentes relaciones con Rusia y China— y Japón que prácticamente repite las bravatas del pugnaz presidente Trump.
¿Decidirá Trump arriesgarse a un 'limitado' golpe militar preventivo, que pudiera desencadenar una guerra nuclear en la península Coreana, sin la anuencia de su aliado, Seúl, que intenta por todos los medios congraciarse con Pyongyang?
La nueva puja retórica de Trump se conjuga con la Revisión de la Postura Nuclear del Pentágono —que no había realizado desde 2010—, que busca expandir su arsenal con armas nucleares de 'baja intensidad' colocadas en misiles balísticos lanzados desde submarinos.
Como nota anecdótica cabe señalar que una bomba nuclear de 'baja intensidad' tiene la capacidad explosiva de las bombas que lanzó EEUU sobre Hiroshima y Nagasaki y que parece que se le han borrado de la mente al primer ministro nipón, Shinzo Abe.
La revisión del Pentágono confirma el programa de amplia modernización emprendido por Obama y que se estima tendría un costo descomunal de 1,2 billones de dólares en los próximos 30 años.
Con su escenario de incertidumbre al borde del abismo, Trump desquicia a los geoestrategas de Rusia y China debido a su personalidad obsesiva-compulsiva, cuando en un error de cálculo y hasta de un accidente puede desencadenar, aun involuntariamente, una guerra nuclear en la península Coreana donde no se eliminan la reciprocidad y/o las represalias de China y Rusia.
Trump no toleró la crítica, esta sí 'racional'(al contrario de la de Kissinger), del recién nombrado y aceptado embajador estadounidense en Seúl, Victor Cha, quien fue fulminantemente cesado.
Lea más: Plan ruso-chino sobre Corea del Norte "de hecho ya funciona"
El defenestrado Cha —profesor de la Universidad Georgetown y consejero senior del 'think tank' CSIS— en un artículo para The Washington Post, que indispuso a Trump, señaló que aun un golpe militar "limitado", la famosa opción del "sangrado de nariz", ocasionaría un elevado número inaceptable de víctimas.
A diferencia de Kissinger, el académico y diplomático Cha aduce que aun un golpe militar extenso "solamente retrasaría los programas nucleares y la construcción de misiles de Corea del Norte, que están enterrados en lugares profundos desconocidos e impenetrables" ni "interrumpiría la amenaza de proliferación".
Cabe señalar que Stephen Bannon, defenestrado ideólogo de Trump, había confesado que "no existe solución militar. ¡Olvídalo!" con Corea del Norte.
Pero Kissinger no es Bannon, al menos que también el nonagenario ex secretario de Estado, que acaba de ser de nuevo recibido por Trump, haya adoptado en referencia a Corea del Norte la 'teoría del loco', que proviene de 'MAD', por sus singlas en inglés y son un acrónimo de 'Mutual Assured Destruction' ('Destrucción Mutua Asegurada', en español), y que practicó con el presidente Nixon.
Mientras suenan los tambores de guerra de Trump y Kissinger, Han Zheng, enviado especial del mandatario de china, Xi Jinping, a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Invierno, se reunió con el presidente surcoreano, Moon Jae-in.
Es curioso que el enviado de Xi haya alabado la mejoría de la situacion en la península Coreana.
La postura y el ritmo del abordaje bélico de Trump no son compartidos por Rusia ni China, a nivel de las otras dos superpotencias, ni tampoco por la misma Corea del Sur que sufriría el mayor número de estragos derivados de un ataque nuclear preventivo de Trump y bendecido por Kissinger.
Más: El Pentágono prepara un plan para un ataque preventivo contra Corea del Norte
Insisto: la solución del contencioso nuclear de la península Coreana no puede ser impuesto unilateralmente por EEUU. Su creativa resolucion pasa inevitablemente por la 'diplomacia tripolar' de las tres superpotencias EEUU/Rusia/China, dos de las cuales comparten frontera con Corea del Norte.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK