Djukic, autor del libro titulado 'La era del gas ruso' está convencido de que para 2050 Europa tendrá que construir la tercera línea del gasoducto, el Nord Stream 3, para responder a la creciente demanda de gas.
Dadas las circunstancias, Srecko Djukic considera que Europa tiene que actuar exclusivamente por interés propio sin escuchar las voces que suenan desde Washington.
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"El Nord Stream-2 no será suficiente para que Europa esté provista del volumen necesario de gas hasta 2050. Según todos los pronósticos, hasta 2040 la demanda de gas aumentará en un 40%. Habrá que construir el gasoducto Nord Stream 3 del que ya se hablaba hace varios meses", dijo Djukic en una entrevista para Sputnik.
En su opinión, si Serbia planea juntarse al grupo de estados más desarrollados de Europa, Belgrado necesita pasar del actual consumo de 2.000 millones de metros cúbicos de gas a 4.000 o 6.000 millones. A nivel continental, los demás países también buscarán hacerlo.
El exdiplomático considera que el nivel del consumo de gas por los Estados balcánicos y por Serbia en particular no supera actualmente el 20% mientras que en Europa Occidental la gasificación equivale al 100%. En tales circunstancias, Belgrado tiene que luchar por sus propios intereses en este ámbito a pesar de toda la resistencia que se arma desde Washington.
"La posición de Moscú está clara: quiere vender su gas a Europa, pero quiere ponerse de acuerdo con la UE en general, y no con Estados individuales. Si la UE acepta, Rusia podrá empezar la construcción del segundo tramo del gasoducto Turk Stream (…) Nos bastaría [a los países balcánicos] para el futuro próximo. Hay que convencer a Bruselas de la necesidad de realizar este proyecto", añadió.
El Turk Stream implica el tendido de dos tuberías con una potencia total de 31.500 millones de metros cúbicos anuales de Rusia a Turquía, a través del fondo del mar Negro.
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Con todo eso, el exdiplomático afirmó temer por el futuro del proyecto Turk Stream en caso de que Bulgaria participe en su realización.
Con la realización de este proyecto Rusia preveía suministrar alrededor de 67.000 millones de metros cúbicos de gas a Europa por el valor de 15.500 millones de euros. El South Stream debería haber atravesado los territorios de países como Bulgaria, Serbia, Hungría, Eslovenia e Italia.
Djukic aseguró que Europa no tiene otra alternativa que importar gas ruso dado que el gas natural licuado de EEUU es mucho más caro y el gas de los países de Oriente Medio es "inasequible".
"Es imposible de suministrar el gas de Oriente Medio a Europa a causa de los permanentes conflictos. Por esta misma razón, también es difícil obtener el combustible azul de Irán. En cuanto a las reservas de África del Norte, no son suficientes para satisfacer las necesidades de Europa", estimó.
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"Todo eso ocurre mientras que los países balcánicos y Serbia apenas se apañan con la poca cantidad del gas que reciben (…). Necesitamos en los Balcanes que se construyan más gasoductos y estos deben ser los gasoductos magistrales que vienen a Europa de Rusia o de Asia Central", concluyó.