En una entrevista exclusiva a Sputnik desde su residencia en la capital iraní, el embajador ruso comentó el largo camino hacia los éxitos políticos, diplomáticos y económicos conjuntos de Moscú y Teherán.
"El nivel actual de nuestras relaciones es incomparable con el de los años 2012-2013 (…) Este año alcanzamos una cooperación sin precedentes en la historia tanto en las relaciones bilaterales como a nivel de interacción regional. Sobre todo, en este sentido hablo del arreglo del conflicto en Siria", destacó el diplomático.
El proceso pacífico en Siria
Cooperar en Siria resultó para Rusia e Irán "una etapa nueva y de calidad en la cooperación regional". Los países garantes del arreglo sirio, Rusia, Irán y Turquía, lograron disminuir drásticamente la violencia en Siria, y el proceso de Astaná, protagonizado por los tres, jugó un papel importante como plataforma para negociar las zonas de distensión, valoró el embajador.
El diplomático ruso reiteró que a diferencia de las fuerzas iraníes, EEUU "no tiene derecho legítimo de actuar en Siria" ya que nunca fueron invitados por el Gobierno del presidente sirio, Bashar Asad.
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Enfocándose sobre todo en Siria, esos contactos se destacan por "un alto nivel de entendimiento mutuo", afirmó el embajador ruso.
La restauración en el período de posguerra
Rusia e Irán ya realizan un considerable esfuerzo humanitario en Siria, sin diferenciar los territorios del país según quién los controla, "como lo hace EEUU que ayuda exclusivamente a los territorios controlados por los opositores a Asad".
"Quiero subrayar que [Damasco] se trata del 'gobierno legítimo de Bashar Asad', y no de ningún 'régimen', como lo tratan de presentar en Occidente. Guste o no guste, la realidad objetiva es que [el Gobierno de Asad] es la autoridad legítima de la República Árabe Siria", destacó el embajador ruso.
(En la lengua rusa, la palabra 'régimen' tiene una connotación marcadamente negativa, en la mayoría de los casos atribuida a los gobiernos dictatoriales violentos de escasa o nula legitimidad en su país; los diplomáticos rusos suelen evitar el uso esta palabra, reservándola para las frases hechas, por ejemplo, "la política del cambio de regímenes").
Según Dzhagarián, al declarar formalmente la adherencia a la integridad territorial de Siria, Washington "está realizando una política de división del país en forma de crear estructuras de poder paralelas en los territorios fuera de control de Damasco".
"Es un camino muy peligroso que llevaría a la división y desintegración de Siria", advirtió el diplomático.
Más allá de la política regional
Además del arreglo sirio, Moscú y Teherán siguen desarrollando lazos económicos y políticos en diferentes esferas.
Así, las empresas rusas realizan inversiones importantes en la renovación de los ferrocarriles iraníes, así como en los proyectos energéticos. En este ámbito, no solo se trata de la central nuclear de Bushehr, sino también de proyectos de centrales termoeléctricas realizados por las compañías rusas.
Moscú se pronunció de una manera categórica "contra cualquier intento de revisar el acuerdo que es fruto de años de trabajo de los expertos tanto rusos como internacionales", subrayó el embajador.
"El acuerdo permitió 'sanar' la situación acerca de Irán en la región. Y los intentos actuales de la Administración y el Congreso de EEUU de someterlo bajo una revisión son inadmisibles ya que buscan desestabilizar una situación mejorada", agregó.
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La preocupación por el programa de misiles iraní por parte de EEUU y ciertos países regionales "no tiene nada que ver con el acuerdo nuclear", y no hay ninguna restricción para los ensayos de misiles, destacó el interlocutor de Sputnik.
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Finalmente, Dzhagarián criticó las acusaciones contra Irán por el presunto 'apoyo al terrorismo', tachándolas de "infundadas y contraproducentes".
"Irán no es patrocinador del terrorismo. Primero, es su víctima, ya que sufrió múltiples ataques terroristas, el último el 7 de junio pasado. (…) Segundo, Irán demostró con acciones que está entre los que luchan contra el terrorismo: en Siria, muchos militares y civiles iraníes fallecieron a manos de los terroristas", recordó el diplomático ruso.
Aunque no todas las páginas en la historia común eran buenas, reconoce el embajador, "debemos recordar las lecciones del pasado y mirar hacia adelante":
"Se debe pensar en el futuro, en cómo establecer unas relaciones para que la siguiente generación de nuestros ciudadanos puedan entenderse y cooperar. Somos vecinos, y aunque tras la disolución de la URSS no tenemos frontera común, la Rusia de hoy tiene lazos aún más estrechos que en el periodo soviético", profundizó el embajador.
Para el diplomático, los contactos de más alto nivel ruso-iraníes son "motivo de gran satisfacción".