"El mundo está muy acostumbrado a los conceptos de bloques y 'ejes' en la política internacional. (…) Con cada presidente de EEUU, los representantes del 'eje del mal' cambiaban. En la época de Trump la lista incluye Irán, Corea del Norte, Rusia, Venezuela y Cuba", escribe Guevorg Mirzayán, politólogo e investigador de la Universidad de Finanzas rusa.
A su vez, Moscú hace tiempo abogaba por abandonar la dicotomía de los 'buenos y malos', y llamaba a entablar los 'ejes del orden': cooperar a nivel regional para fomentar la estabilidad y el desarrollo en sus regiones. Incluso el Kremlin invitaba a EEUU en tales estructuras, siempre para ser rechazado de nuevo.
Lea también: "Putin practica una política exterior realista"
Los tres países van a decidir el futuro de Siria en el período de posguerra sin invitar a actores lejanos, lo que está evidenciado por su apoyo del formato de consultas de Astaná —que se mostró muy eficaz para promover la solución en Siria—, y no de Ginebra, donde no están presentes ni Turquía ni Irán, pero sí figuran EEUU, Europa y Arabia Saudí.
Los países de Occidente y del golfo Pérsico se ven descartados del arreglo sirio por su incapacidad de negociar, opina Mirzayán. Una vez Rusia lanzó su operación aérea en Siria, todos los actores deberían haber modificado radicalmente sus posturas. Lo logró Turquía mientras los demás tardaron en percibir los cambios.
Ahora la participación de otros países en el arreglo sirio está a merced de Moscú, Teherán y Ankara, que tienen opiniones diferentes al respecto, teoriza el autor.
Teherán, a su vez, se opone categóricamente a esta idea. Para Irán, la presencia extranjera de los países que "se otorgan el derecho de juzgar los temas de democracia y derechos humanos", junto a la idea de recurrir a la violencia y al terrorismo, es inaceptable. Además, el país persa valora altamente su influencia en Siria, según Mirzayán.
Ankara tampoco saludaría a actores adicionales en Siria. En medio de las tensiones entre Turquía y sus socios occidentales, ceder su influencia en el país árabe —aunque mucho menor que la de Irán— para Erdogan no es un asunto que se deba discutir.
En este contexto, los rumores sobre la presencia de EEUU en el norte de Siria y la creación de las 'autoridades paralelas' kurdas incluso después de la derrota definitiva de Daesh cobran un sentido:
"Está claro que EEUU busca arraigarse en el norte del país para tener la posibilidad de negociar con el 'eje del orden' de igual a igual" cuando llegue el momento, concluye el experto.