"Es un hallazgo muy importante pues confirma que fue Constantino el Grande, como prueban las evidencias históricas, el responsable de haber cubierto el lecho de roca del sepulcro de Cristo con las losas de mármol del santuario", afirmó Antonia Moropoulou, responsable de la excavación de la Universidad Tecnológica Nacional de Atenas (Grecia).
El año pasado, los arqueólogos, que participaban en la restauración del templo, abrieron la lápida, plantada en 1555, y descubrieron otra más antigua y unos cimientos.
Fue así como concluyeron que la tumba había sido construida alrededor del año 345 d. C., durante el reinado de Constantino y sus hijos, Constantino II y Constanza II. Según los arqueólogos, esta es una prueba seria de que la tumba podría haber sido construida por el emperador Constantino y su madre.
"Curiosamente, las muestras de cemento que hemos descubierto en esta tumba no solo ayudaron a encontrar los restos de la primera versión de la misma, sino también a confirmar que se actualizó y reconstruyó varias veces en siglos posteriores", añadió Moropoulou.
Se espera que el estudio de estos artefactos recuperados ayude a entender si en la tumba realmente descansaba Jesucristo y a averiguar otros detalles como, por ejemplo, cuántas veces fue destruido y restaurado el Santo Sepulcro durante los últimos 17 siglos.
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— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 3 ноября 2016 г.
Tras la conquista de Jerusalén, los cruzados recuperaron algunos edificios y construyeron la Iglesia de la Resurrección, que ha llegado hasta nuestros días.