"No puedo citarlos a declarar ni exigirles que me brinden documentación sensible hasta tanto el presidente releve el secreto de Estado", reveló la magistrada al diario Clarín.
Yáñez descubrió esta semana que no había llegado a su juzgado un documento oficial enviado al Comando de Fuerza de Submarinos en la Base Naval de Mar del Plata, ciudad balnearia a 400 kilómetros al sur de la ciudad de Buenos Aires donde se asienta el apostadero habitual del buque.
"Ingreso de agua de mar por sistema de ventilación al tanque de baterías n°3 ocasionó cortocircuito y principio de incendio en el balcón de barras de baterías", rezaba el escrito sobre lo acontecido al submarino, el cual informaba también de "baterías de proa fuera de servicio".
"Al momento en inmersión propulsando con circuito dividido; sin novedades de personal mantendré informado", concluía el mensaje.
Ante la difusión de esta información, la jueza también mandó un cuestionario para que las autoridades informen sobre el recorrido del submarino en sus últimos días, las comunicaciones que se produjeron entre la base y la torre de control, y la operatividad del navío durante esas jornadas.
Lea también: El grupo ruso de rescate del ARA San Juan, a cara descubierta
El ministro Aguad ha sido de momento el único testigo al que la jueza ha llamado a declarar.
La última comunicación del submarino se produjo precisamente el 15 de noviembre, tres horas antes de que se registrara una explosión a 30 millas de donde el buque había señalado su última posición.
Catorce países se concentran en el área para dar con el paradero del submarino, que viajaba desde la Ushuaia, ciudad en el extremo austral de Argentina, hasta Mar del Plata, donde los familiares todavía aguardan la llegada del buque.