"Conocemos por primera vez que más de la mitad de los niños (54,6%) de dos a 14 años sufrió violencia en el mes anterior a la (realización de la) encuesta", de forma que el castigo físico afecta a "uno de cada cuatro niños, un total de 160.000" menores de edad, dijo a la prensa Alejandro Retamoso, uno de los autores de la publicación "Panorama de la violencia hacia la infancia en Uruguay 2017" e integrante del equipo de protección a la infancia de Unicef en ese país.
"En términos de homicidios Uruguay, en el contexto regional latinoamericano, se sitúa por debajo de la media; hay que recordar que América Latina es la región del mundo que presenta más cantidad de homicidios de adolescentes", añadió Retamoso.
América Latina, continuó, concentra al 10% de la población mundial adolescente, "pero representa la mitad de los homicidios", pues se trata de una región "muy violenta, y en ese marco Uruguay ocupa una posición privilegiada", aseguró el especialista.
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No obstante, el miércoles apareció muerta una niña de nueve años en la ciudad uruguaya de Rivera (norte) tras varios días de intensa búsqueda y un hombre declaró haber sido el asesino.
Políticas públicas
El objetivo del informe, que reúne toda la información disponible sobre prevalencia de violencia hacia niños en Uruguay, es "colocar esa cuestión en la agenda pública y que sirva como insumo para poder crear políticas públicas, sobre todo de prevención", señaló por su parte a la prensa Lucía Vernazza, también autora del estudio e integrante del equipo de Unicef en el país sudamericano.
"Uruguay ha avanzado en políticas de detección y atención, pero queda mucho en materia de prevención y campañas de sensibilización", agregó Vernazza.
Los menores de dos a cuatro años que recibieron ese castigo representan 42,9%, mientras que los de cinco a nueve años alcanzan 26,1% y los de 10 a 14 años 18,2%.
Además, 17,7% de las denuncias por violencia doméstica realizadas en 2015 tiene como víctimas a menores de edad.
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El documento refleja que existe mayor violencia en sectores con menos acceso a la educación y en los quintiles más pobres, si bien el fenómeno atraviesa todos los sectores sociales.
En definitiva, el informe constata la naturalización de la violencia como método para educar a los hijos y que existen altos niveles de violencia física y psicológica ejercida tanto por varones como por mujeres contra niños y niñas.
Por todo ello, erradicar la violencia, concluyó Retamoso, es una "responsabilidad compartida", que debe empezar por un cambio cultural de la familia.
La encuesta MICS es un estudio que se realiza en los hogares a nivel mundial para conocer la situación de la niñez y la mujer y en ese año se realizaron entrevistas en 3.568 viviendas de todo Uruguay.
