El arresto de los sospechosos, a los que fueron decomisadas armas de fuego, municiones y granadas, tuvo lugar en Quezón el 10 de noviembre, dos días antes de que los líderes de Asia-Pacífico empezaran a concentrarse en la capital filipina, comunicó el canal ABS-CBN.
A la pregunta de si la supuesta trama terrorista apuntaba específicamente contra líderes de la Asean, Dela Rosa dijo que los sospechosos "no lo admiten (…) pero aparentemente tenían planes (…) de algún ataque terrorista que perjudicara la reputación de Filipinas como anfitrión de la cumbre".
Uno de los detenidos, Jikiri, estaba vigilado por agentes de inteligencia después de haber subido a su cuenta de Facebook "alusiones a sus planes de lanzar ataques terroristas en la región de la capital".
Añadió que Jikiri había publicado imágenes de armas de fuego y artefactos explosivos que, según los pies de fotos, serían utilizadas para matar a los no creyentes y los musulmanes malos.
Los sospechosos fueron acusados de posesión ilícita de armas de fuego y municiones debido a una prohibición de 15 días sobre armas decretada ante la cumbre de la Asean.
Jikiri también fue imputado de tenencia ilícita de explosivos.
Dela Rosa dijo que la policía no había anunciado de forma inmediata el arresto de los tres sospechosos para no causar "ansiedad innecesaria" al público.
Los grupos yihadistas Abu Sayyaf y Maute lanzaron a finales de mayo pasado un ataque contra la ciudad de Marawi, en el sur de Filipinas. Las tropas gubernamentales tardaron cinco meses en sofocar su resistencia.