"Hace apenas seis meses, los EEUU lideraron con 169 sistemas, mientras China llegaba a 160", señala la página que difunde el ranking. El vuelco resulta notable ya que China alcanza una ventaja difícil de descontar. A mucha distancia se encuentra Japón, en el tercer lugar con 35, seguido por Alemania con 20, Francia con 18 y el Reino Unido con 15.
La segunda máquina más veloz es también china, la tercera de Suiza, la cuarta de Japón y recién la quinta pertenece a EEUU.
De esta realidad se pueden extraer por lo menos tres conclusiones.
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La primera es la extraordinaria velocidad del ascenso de China en materia de supercomputación. En noviembre de 2007 tenía un lugar testimonial en la lista de las 500 más veloces, con sólo 10 supercomputadoras frente a 284 de EEUU. Hace sólo cinco años, en 2012, China había crecido hasta 72 máquinas, mientras EEUU tenía 250, justo la mitad del total mundial.
Para ello no ahorra en recursos. Una muestra de ese avance se puede observar en que China detenta desde hace varios años las dos supercomputadoras más veloces. Un hecho significativo es que la número 1, Sunway TaihuLight, fue construida totalmente con componentes propios.
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La segunda cuestión puede parecer contradictoria con la primera. El avance de China es real pero relativo, ya que EEUU conserva ventaja en muchos campos.
En cuanto a las ventas de supercomputadoras, Hewlett Packard (EEUU) tiene amplia ventaja sobre la china Lenovo, con el 24,4 y 16,2% del mercado respectivamente. En cuanto a los procesadores y otros componentes, la ventaja occidental es abrumadora.
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No se trata de negar los avances de China, sino de ponerlos en contexto. Un buen ejemplo es que entre las cinco principales empresas de ese país hay dos petroleras, una de electricidad, una constructora y un banco. Lo que indica que no puede competir aún con grandes empresas innovadoras como Google, Amazon, Facebook y Tesla, entre otras.
Estas son las tecnologías de la cuarta revolución industrial, que ya está delineando el nuevo mundo y otorgan gran poder a quienes vayan al frente. En todos los rubros de tecnologías de vanguardia los estadounidenses empezaron mucho antes, sobre todo en algunas decisivas como los 'big data', o datos masivos o inteligencia de datos que están revolucionando el mundo.
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En relación a estas tecnologías se registra un doble proceso: EEUU mantiene ventajas que están siendo acortadas muy de prisa por China. Esto no significa que China ya derrotó a EEUU en materia de producción y de tecnologías, campo este donde habrá una ardua batalla en las dos próximas décadas.
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#China 'destroza' a #EEUU en el ámbito de la alta tecnología https://t.co/cLCM7X6P7r
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 30 марта 2017 г.
Las tecnologías de la información serán el principal campo de batalla del futuro entre las grandes naciones. China seguirá creciendo, sin embargo un desarrollo tan acelerado puede tener consecuencias imprevistas. Mientras Occidente lleva años sustituyendo trabajadores por máquinas, Pekín recién comienza ese acelerado proceso, lo que puede provocar rechazos significativos de la enorme masa de obreros del país.
LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK