"Es importante avanzar ya en el arreglo para convocar las elecciones legislativas y presidenciales y completar la fase transitoria", dice la declaración aprobada al término de las conversaciones que sostuvieron los cancilleres de Egipto, Túnez y Argelia en El Cairo.
El proceso político, señala el documento, se debe acelerar para evitar el vacío de poder, que podría ser aprovechado por los grupos terroristas.
"Los ministros elogiaron el plan de arreglo político en Libia presentado por Ghassan Salamé", señala el texto.
A finales de octubre pasado, las partes de la crisis política concluyeron en Túnez la segunda ronda de negociaciones para reorganizar el poder en Libia.
Las partes acordaron los principios generales de la reorganización del poder ejecutivo en Libia, pero el diálogo continuará.
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Libia vive una profunda crisis desde 2011, año en que el derrocamiento y asesinato del que fuera su líder durante décadas, Muamar Gadafi, creara un vacío institucional que abonó el terreno para la escalada de violencia, la proliferación de grupos yihadistas y una dualidad de poderes.
Las autoridades de la parte oriental del país actúan de forma independiente y cooperan con el Ejército Nacional de Libia al mando de Jalifa Haftar, que libra una larga guerra contra los islamistas.