¿Puede ser este proceso industrial parte de nuestro organismo? ¿Por qué en nuestras células existen estas máquinas? Y ¿por qué hay protones allí? ¿Es posible que varios millones de dispositivos parecidos a las puertas giratorias de supermercados puedan estar dentro de nosotros?
Posteriormente, la glucosa entra en la célula donde se divide en dos componentes y en esta forma llega a la mitocondria.
Entonces, al entrar en la mitocondria, los ácidos pirúvicos — parte de la glucosis (ciclo de Krebs) se oxidan paulatinamente.
Además de esto, en la mitocondria está el dinucleótido de nicotinamida y adenina, (NAD) cuya energía de oxidación, cuando se pasa a esta molécula, produce la separación del protón.
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Los resultados de la investigación fundamental aproximan a los científicos al entendimiento de los mecanismos globales de la generación de la energía en células y abren perspectivas ante la farmacología. Los resultados del trabajo pueden usarse para desarrollar medicamentos capaces de neutralizar la acción de venenos y para prevenir enfermedades vinculadas con la hiperfunción de la glándula tiroides. Con estas patologías, en las mitocondrias se acumulan tales sustancias como ácidos liposolubles que establecen enlaces eficaces entre los protones y conllevan la reducción general de la síntesis de la ATP.
Los nuevos conocimientos adquiridos por los científicos rusos permiten entender qué hay que hacer para restablecer la energía humana a nivel de cada célula.