"Para el jefe del Estado no hay equidistancia, o se está con los que incumplen la ley y agreden la Constitución o se está con quienes respetan las normas básicas, defienden el Estado de derecho y garantizan la convivencia pacífica de toda la sociedad española y en especial en Cataluña", afirmó Pablo Casado, vicesecretario de Comunicación del Partido Popular —el partido del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy—, tras el discurso del monarca.
"Los socialistas coincidimos con el jefe del Estado en la defensa de la Constitución española, del Estatuto de Cataluña, de la legalidad y el Estado de Derecho y de la integridad territorial", afirmó.
Sin embargo, diversos medios de comunicación reportan que, a nivel interno, los socialistas lamentan que el monarca no aprovechase su declaración institucional para hacer una llamada al diálogo entre Gobierno central y las autoridades catalanes, a las que señaló como únicos culpables de la situación de crisis institucional.
"Como presidente de un grupo parlamentario que representa a más de cinco millones de españoles, le digo al Rey no votado: no en nuestro nombre", escribió en su cuenta de Twitter el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias.
La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau –de Cataluña en Común, formación asociada a Podemos que funciona de manera independiente– tachó el discurso del Rey como "irresponsable e indigno de un jefe de Estado" porque, a su modo de ver, no ofreció "ninguna solución" ni "ninguna apelación al diálogo".
Le puede interesar: "La sociedad catalana le está dando al mundo una imagen de pacifismo"
El líder del partido liberal Ciudadanos, Albert Rivera, que en los últimos días solicitó con insistencia al Gobierno la suspensión de la autonomía política de Cataluña, valoró positivamente la declaración de Felipe VI.
"España necesita esperanza y liderazgo. El Rey ha dado la cara por todos. Es momento de actuar para garantizar la unión de todos los españoles", dijo Rivera en un mensaje publicado en Twitter.
Desde el independentismo catalán el mensaje del Rey también fue rechazado: "Felipe VI digno de Felipe V", escribió Joan Tardá, portavoz de Esquerra Republicana de Cataluña, en referencia al monarca que en 1714, tras la Guerra de Sucesión, asedió Barcelona por su deslealtad a la corona.