Según Esteban Actis, doctor en Relaciones Internacionales y profesor de la Universidad Nacional de Rosario (Argentina), estas palabras son un intento de "mostrar un bloque de fortaleza".
"Usando una metáfora del ajedrez, cuando uno mueve al rey es porque está en problemas. En este caso la aparición del rey Felipe VI es una novedad y muestra la urgencia que tiene el Gobierno de Mariano Rajoy de lograr un cierto consenso con las fuerzas políticas principales —sobre todo el PSOE— y la monarquía", comentó el experto.
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En ese sentido, las palabras del rey —un actor que hasta el momento no se había pronunciado sobre la cuestión catalana— es un intento de "fortalecer la tesis" del Gobierno central de "defensa del Estado de derecho y de la unidad española". Similares posturas han adoptado la Comisión Europea y varios países de la región, que han desconocido la consulta electoral llevada a cabo el 1 de octubre.
Según dijo el rey, "esta situación de extrema gravedad requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales". El monarca adjudicó a "los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de Derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía".
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Al concretar el referéndum y preparar la secesión, el Gobierno de Puigdemont "hizo una jugada" difícil de revertir. Si se aplicara el artículo 155, las autoridades de Madrid dan inicio a "un camino de ida del cual después se vuelve dificultoso salir".
"Me parece que si prima una racionalidad política tendría que brindarse a un espacio de negociación, posiblemente con un tercero involucrado", dijo el investigador posdoctoral en asuntos internacionales.
"Ninguno de los dos, tanto el Gobierno catalán como el central, tienen suficiente margen para seguir tirando la cuerda. Creo que van a perder los dos antes una eventual agudización del conflicto", analizó Actis.
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Esta alusión del monarca es una manera de "desalentar" a los independentistas catalanes, inicialmente en su "mayoría miembros de la burguesía o de clases empresariales". A criterio del analista, el reclamo de independencia de Cataluña "no viene mayoritariamente de sectores trabajadores sino "como un reclamo que tienen los medios de acumulación".
"El discurso del rey intenta llamar la atención de que una independencia de Cataluña, teniendo que desconectarse del Estado español y de la Unión Europea, va a llevar a una situación de crisis económica tanto para Madrid como para el supuesto futuro Estado catalán", precisó el experto.
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"Los catalanes han tenido distintas instancias para llevar su reclamo de mayor autonomía. En 2006 se aprobó un Estatuto en el parlamento catalán que fue desoído por el Estado español y en ese momento no había una fuerza de sentimiento independentista", dijo el investigador.
"El no reconocimiento de muchos reclamos por parte del Gobierno central de España ha hecho que los independentistas cobren una notoria fuerza fuerza como nunca en el último tiempo", agregó.
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Las imágenes de efectivos golpeando y arrastrando a personas ancianas y a ciudadanos desarmados causaron el rechazo de muchos sectores de la sociedad.
"Como se ha escuchado, por cada agresión de un policía nació un nuevo independentista en Cataluña", opinó el experto.
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De acuerdo con el experto, esta "omisión" tiene que ver con "no referirse al talón de Aquiles" que implicó el uso de la fuerza para "ponderar los aspectos positivos que puede tener el Gobierno de Rajoy sin hacer alusión a algo que claramente no tiene justificativos", como cuando se ve que las fuerzas públicas "golpean a gente que está intentando emitir un sufragio".
"A la luz de la comunidad internacional ha sido muy preocupante, porque muestra un Gobierno que carece cada día más de legitimidad —sobre todo en Cataluña— y gran parte de España, cuyo único recurso es apelar a la fuerza y a su monopolio, en un contexto en el que no se veían imágenes como esas en Europa", concluyó Actis.