La guerra siria alcanzó un punto de inflexión la semana pasada, cuando el Ejército Árabe Sirio, apoyado por Rusia, logró romper el asedio de la ciudad de Deir Ezzor, ocupada por los yihadistas de Daesh —autodenominado Estado Islámico, grupo terrorista proscrito en Rusia y otros países— durante tres años. Según los expertos citados por Bloomberg, la batalla por Deir Ezzor podría convertirse en una de las fases finales de la guerra. No obstante, los terroristas siguen controlando varios yacimientos petroleros ubicados en la otra orilla del río Éufrates, cerca de la frontera con Irak.
Unos días después de la ofensiva de Deir Ezzor, las unidades de la llamada oposición moderada, apoyados por EEUU, suspendieron su lucha antiterrorista en Al Raqa y avanzaron hacia Deir Ezzor. En total, lograron superar 240 kilómetros en tan solo 24 horas. Según declaró a Bloomberg el presidente adjunto del Comité para la Defensa y la Seguridad del Consejo de la Federación —Senado ruso—, Frants Klintsévich, "eso me recuerda a la batalla de Berlín, cuando las tropas soviéticas marchaban de un lado, y los aliados, por el otro", en referencia a la culminación de la Segunda Guerra Mundial, cuando EEUU y la URSS —pese a que ambos países tenían un enemigo común— competían por el control sobre la Europa de la posguerra.
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Por el momento, no hay signos de que Trump aplique medidas para remediar esta situación. Mientras tanto, los kurdos —apoyados por Washington— tienen planes de impedir que el Ejército Árabe Sirio retome los territorios ubicados al este del Éufrates, explicó a Bloomberg Nawaf Jalil, representante de las unidades kurdas. Los kurdos, que aspiran por la federalización una vez que termine la guerra, tendrán que negociar con Asad o Rusia, señalan los periodistas. Por su parte, los aliados orientales de EEUU esperan que Putin logre contener a Irán, incluso si Trump no puede —o quiere— hacerlo.
La batalla por la región de Deir Ezzor podría convertirse en la fase final del conflicto sirio, suponen los autores del análisis. Esta área tiene mayor potencial económico que el corredor terrestre tan deseado por Irán, puesto que garantiza el acceso al petróleo, a las tierras fértiles y al comercio con Irak, explicó Ayham Kamel, de la consultora Eurasia Group.
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El experto subrayó que Bashar Asad también aspira a retomar el control sobre la ciudad, y "esto simboliza" que desea recuperar su autoridad en todo el territorio del país. Según indicó el jefe del Consejo Ruso de Asuntos Internacionales, Andréi Kortunov, la victoria de Asad en Deir Ezzor "cambiará el equilibrio de las fuerzas en el país", así como "va a obstaculizar el trabajo de los estadounidenses en Siria".