A pesar de que los saudíes tienen una ventaja en sus 'números', Teherán por ahora está ganando la batalla por el dominio regional, añade Manukov. Riad no ha conseguido vencer a su rival en Siria, donde Hizbulá —que es uno de los aliados del país persa- desempeña un papel importante, ni en Yemen, donde la coalición suní liderada por los saudíes no puede acabar con los hutíes, explicó el columnista.
"En las vísperas de una guerra a gran escala, Riad aspira debilitar a Irán lo más posible y privarlo de sus aliados. En primer lugar, se trata, evidentemente, de Hizbulá. Los saudíes están acostumbrados a solucionar los problemas de manera subsidiaria", manifestó el experto.
Manukov explicó que Arabia Saudí busca externalizar la lucha contra Hizbulá a Israel, que tampoco tiene relaciones amistosas con Irán. El columnista destaca que ya es obvio que existe un terreno común entre Tel Aviv y Riad, que fueron enemigos jurados solo hace una década.
El autor de la publicación declaró que la existencia de intereses comunes hace previsible los contactos entre los saudíes y los israelíes.
En particular, recientemente aparecieron informes acerca de la visita a Tel Aviv de un alto funcionario saudí, proveniente de la familia real. El nombre del visitante se oculta.
El medio IUVM Online publicó esta información citando a un oficial de la inteligencia de los Emiratos Árabes Unidos. Sin embargo, según esta información, las partes israelí y saudí discutieron la posibilidad de las negociaciones entre Israel y Palestina, que otra vez se han estancado.
Manukov considera que sí es posible que el príncipe visitara Tel Aviv teniendo en cuenta "sus métodos radicales", pero de todas maneras esta posibilidad es minúscula. El columnista prosiguió que la familia real es grande, así que el rey Salmán —jefe de Estado actual- probablemente enviará otro miembro de la familia a Israel.
La radioemisora Israel Broadcasting Corporation (IBC) también informó sobre la visita del príncipe saudí al país hebreo. El medio aseveró que el futuro rey había discutido el fortalecimiento de paz en Oriente Medio.
La IBC pidió comentarios de las cancillerías de Israel y Arabia Saudí, así como de la Oficina de Benjamín Netanyahu, pero no recibieron respuesta.
No obstante, el mismo presidente Netanyahu varios días antes de la aparición de la noticia acerca de la visita del príncipe saudí había admitido que la cooperación entre Israel y los países árabes nunca antes ha sido tan profunda.