Manoilo tildó las medidas de Estados de Unidos de "salvajes" y abogó por que Moscú se oponga a ellas "de forma completamente distinta" y no le siga el juego a Washington.
"Creo que Rusia debería hacer gala de su exquisita tradición diplomática y darle a estos tipos que, entre otras cosas, se permiten este tipo de libertades, una ducha de agua fría. Demostrarles la clase que tenemos. No necesitamos seguirles el juego (…) Somos un gran país y queda demostrado en cómo se comportan nuestros diplomáticos".
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Kisliák expresó también que Estados Unidos ya no es capaz de controlar a los demás como antes y que, sin embargo, su 'establishment' todavía no se ha dado cuenta de ello y sigue comportándose como si el país todavía tuviese el peso internacional que tuvo hace años.
"Lo que estamos viendo es el resultado de la difícil adaptación que está sufriendo EEUU a un mundo que está cambiando y en el que el país ya no es capaz de dominar a quien se preste", sentenció entonces Kisliák.