"Toda esa historia de sanciones no la habíamos empezado nosotros, sino la administración de (Barack) Obama para minar las relaciones ruso-estadounidenses e impedir que Trump comience el mandato con propuestas constructivas, obstruir al máximo la implementación de sus declaraciones electorales sobre la necesidad de normalizar las relaciones con Rusia", declaró Lavrov al intervenir ante los alumnos del Instituto de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO).
Durante su intervención, Lavrov subrayó que Rusia no busca pelea con EEUU.
"Siempre hemos mantenido una actitud amistosa hacia el pueblo estadounidense y estamos dispuestos a cooperar de manera constructiva donde ello responda a los intereses de Rusia", dijo.
El jefe de la diplomacia rusa afirmó que Moscú dará "una respuesta contundente a las acciones que provocan daño sin motivo algunos y obedecen únicamente al deseo de deteriorar las relaciones" bilaterales.
Con respecto a un nuevo paquete de sanciones que EEUU aprobó en agosto pasado, el ministro destacó que "más que apuntar contra Rusia, persigue el mismo objetivo de atarle las manos a Trump para que no pueda ejercer del todo sus poderes constitucionales en el campo de la política exterior".
Lea más: Lavrov comenta la crisis diplomática con Washington
La ley incluye nuevas restricciones a altos cargos rusos por la supuesta interferencia en las elecciones estadounidenses de 2016, acusación que Moscú desmintió en reiteradas ocasiones, endurece las condiciones de financiación en EEUU para las entidades rusas sujetas a las sanciones y limita las facultades del presidente a la hora de atenuar dichas medidas.
La normativa prohíbe a particulares y compañías de EEUU el suministro directo o indirecto de maquinaria, tecnologías y servicios para nuevos proyectos de exploración y producción en aguas profundas, en la plataforma marítima del Ártico o proyectos de esquisto participados al 33 por ciento o más por las empresas rusas sujetas a sanciones.
También: Moscú se niega a pasar por alto muestras de hostilidad por parte de Washington
De esta manera, la normativa estadounidense deja la puerta abierta a las sanciones contra las compañías europeas por colaborar con Moscú en el sector energético, en concreto en el proyecto Nord Stream 2 que prevé el tendido de dos tuberías de gas con capacidad para 55.000 millones de metros cúbicos anuales desde la costa rusa hasta Alemania por el fondo del mar Báltico.