"Es importante en este momento que se pueda dar asesoría a los jóvenes que tendrán que renovar su estatus en los siguientes seis meses, asegurarse de que lo hagan dentro del plazo establecido para que puedan beneficiarse de la continuidad de este programa, por lo menos durante los siguientes dos años más", señaló la parlamentaria oficialista.
La DACA, adoptada en 2012 mediante decreto por el entonces presidente Barack Obama (2009-2017), permitía a estos jóvenes un estatus migratorio temporal y les entregaba permisos de trabajo prorrogables cada dos años.
La decisión del Gobierno de Trump establece un período de seis meses durante el cual el Congreso puede estudiar y aprobar una ley que otorgue residencia legal a los hijos de los inmigrantes indocumentados.
A partir del 5 de septiembre, el Departamento de Seguridad Interior no acepta nuevas postulaciones para el programa, que beneficiaba a casi 800.000 personas.
La diputada ecuatoriana Peña sostuvo que se buscará, además, fortalecer a la comunidad inmigrante en Estados Unidos.
Se buscarán mecanismos para organizar a la comunidad y promover liderazgos comunitarios, mediante "facilidades para que se reúnan y puedan organizarse", explicó.
El anuncio del cese del programa DACA era esperado en Estados Unidos.
"La movilidad humana debería ser una bandera que empuñen los países que tienen alta población de inmigrantes en Estados Unidos", agregó la política.
Sobre el alcance que tendría la medida para los ecuatorianos, la asambleísta indicó que a quienes tienen el permiso y deben renovarlo en siete u ocho meses "se les va a expirar y ya no van a poder aplicar", pues Trump solo dio un plazo de seis meses para que el Congreso encuentre una solución legislativa.
"A partir de marzo de 2018 van a comenzar a expirar los permisos, y si esos jóvenes no tienen un mecanismo de legalización se van a quedar irregulares y nuevamente susceptibles a una deportación", sentenció la legisladora.
Peña no tiene muchas esperanzas sobre lo que pueda lograr el Congreso estadounidense, pues "lamentablemente" hay una "mayoría de republicanos" y es "bastante complejo que haya la voluntad política de poder dar una salida a estos jóvenes".
Alrededor de 1,2 millones de ecuatorianos viven en América del Norte y de ellos unos 960.000 residen en Estados Unidos, según el Viceministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana.