Ilusión de seguridad
Actualmente, existen 12 modificaciones de esta arma: cuatro bombas (3ª, 4ª, 7ª y 11ª) están en servicio, tres no entraron en la fase de producción en serie y el resto fue retirado.
Kots señala que se desconoce el número exacto de estas bombas listas para el uso en combate, pero desde 1968 se produjeron más de 3.000 B61 de diversas modificaciones. Hoy en Europa hay alrededor de 180 bombas B61 de versiones tácticas, principalmente la 11ª modificación adoptada en 1997.
Lea más: Alemania defiende el arsenal nuclear estadounidense en su territorio
La creación de una nueva versión de un arma antigua indica que EEUU tiene la intención de modernizar su arsenal de armas nucleares tácticas, opina el columnista.
La potencia de una B61-12 es de unos 50 kilotones (dos o tres veces la de la bomba de Hiroshima), y la probable desviación del objetivo no excede de 30 metros. Por lo tanto, las nuevas armas serán capaces de alcanzar objetivos individuales: búnkeres fortificados, puestos de mando y control, aeródromos militares.
Sin embargo, los críticos estadounidenses advierten de que una munición nuclear relativamente baja y precisa puede reducir las limitaciones para su uso. La administración militar y política del país puede caer en la tentación de usarla incluso en conflictos armados de baja intensidad. Es decir, este artefacto puede crear la ilusión de la seguridad del uso de armas nucleares, asegura Kots.
Blancos de la bomba
"Si el Estado dispone de armas de alta tecnología y radares capaces de detectar una aeronave cerca de sus fronteras nacionales, la bomba no alcanzará su objetivo", comentó a Sputnik el analista Serguéi Sudakov, miembro de la Academia de Ciencias Militares.
Sudakov recordó que Rusia dispone de sistemas antiaéreos S-300 y S-400 que garantizan la seguridad del país.
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 20 августа 2017 г.
Según el analista, el almacenamiento de estas bombas en Europa es más bien un paso político de EEUU con el fin de proporcionar apoyo moral a sus aliados de la OTAN. Así que la B61-12 no representa una amenaza directa para Rusia, sino indirecta.
"Supongamos que EEUU lanza una bomba nuclear sobre Pyongyang. Es muy probable que el régimen de Kim Jong-un deje de existir. Es una gran tentación solucionar un conflicto prolongado con un solo ataque. No obstante, la nube radiactiva de la explosión podría llegar al Lejano Oriente ruso", advirtió Sudakov.
Al principio de la invasión estadounidense de Afganistán en 2001, el entonces secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, sugirió utilizar armas nucleares tácticas contra los talibanes. Afortunadamente, la idea no encontró apoyo. De lo contrario, el sur de Rusia podría haber sufrido precipitaciones radiactivas.
Por lo tanto, de acuerdo con el analista, Rusia debería temer que los estadounidenses atacasen a sus vecinos. "Debemos hacer todos los esfuerzos diplomáticos para evitar una catástrofe", declaró Sudakov.
"Durante los ejercicios, incluyendo los del mar Báltico, la Fuerza Aérea de la OTAN ha entrenado en varias ocasiones la realización de ataques nucleares tácticos contra objetivos situados en el noroeste de Rusia", comentó a Sputnik.
Actualmente, en el territorio de Letonia, Lituania y Estonia hay tres bases capaces de recibir los aviones tácticos de la OTAN, observó.
Sin embargo, esta amenaza también puede ser anulada. Los sistemas de misiles tácticos Iskander-M, ubicados en Kaliningrado, son capaces de alcanzar estas bases.
Le puede interesar: Carrera armamentista en Kaliningrado: ¿Podría la defensa rusa contener una avanzada de la OTAN?