"Japón cree que se debe incrementar la presión sobre Corea del Norte", dijo Bessho a los periodistas.
El diplomático señaló que espera que "el Consejo de Seguridad de la ONU logre encontrar el modo correcto de actuar para obligar a Corea del Norte a corregir su política".
Corea del Norte llevó a cabo este martes un ensayo de un misil balístico, supuestamente un Hwasong-12 de alcance intermedio, que sobrevoló la isla japonesa de Hokkaido y cayó en el mar a unos 1.180 kilómetros al este de la costa de Japón y a más de 2.700 kilómetros del lugar del lanzamiento.
Fue la 13ª prueba en lo que va de año, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y la segunda después de un cruce de amenazas que tuvo lugar entre Washington y Pyongyang a mediados de agosto.
En ese entonces el presidente norteamericano, Donald Trump, advirtió a Corea del Norte que se encontraría con "fuego y furia" después de que su líder, Kim Jong-un, amenazara con "acciones físicas" contra EEUU tras el nuevo paquete de sanciones del Consejo de Seguridad impulsado por Washington y aprobado el 5 de agosto.
Por su parte, los militares norcoreanos desvelaron un plan de ataque preventivo que prevé el lanzamiento de cuatro misiles Hwasong-12 en dirección a la isla estadounidense de Guam.
Más tarde, los dos países bajaron el tono de su retórica: Kim anunció que pospone el plan a la espera de que Washington dé pasos hacia la distensión en la península de Corea y Trump calificó de sabia su decisión.
Sin embargo, la semana pasada EEUU y Corea del Sur iniciaron las maniobras conjuntas Ulchi-Freedom Guardian, que según Pyongyang representarían un simulacro de un conflicto armado.
En 2016, Corea del Norte realizó más de 20 ensayos de misiles balísticos, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.