"Las sanciones por sí solas no son una solución, tenemos que ser innovadores y creativos", dijo antes del inicio de la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU sobre el nuevo lanzamiento norcoreano convocada a petición de Japón y Corea del Sur.
Corea del Norte llevó a cabo este 29 de agosto un ensayo de un misil balístico, supuestamente un Hwasong-12 de alcance intermedio, que sobrevoló la isla japonesa de Hokkaido y cayó en el mar a unos 1.180 kilómetros al este de la costa de Japón y a más de 2.700 kilómetros del lugar del lanzamiento.
Fue la 13ª prueba en lo que va de año, incluyendo el lanzamiento de dos supuestos misiles intercontinentales capaces de alcanzar el territorio de EEUU, y la segunda después de un cruce de amenazas que tuvo lugar entre Washington y Pyongyang a mediados de agosto.
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Fue entonces cuando el presidente norteamericano, Donald Trump, advirtió a Corea del Norte que se encontraría con "fuego y furia" después de que su líder, Kim Jong-un, amenazara con "acciones físicas" contra EEUU tras el nuevo paquete de sanciones del Consejo de Seguridad impulsado por Washington y aprobado el 5 de agosto.
Más tarde, los dos países bajaron el tono de su retórica: Kim anunció que pospone el plan a la espera de que Washington dé pasos hacia la distensión en la península de Corea y Trump calificó de sabia su decisión.
Sin embargo, la semana pasada EEUU y Corea del Sur iniciaron las maniobras conjuntas Ulchi-Freedom Guardian, que según Pyongyang representarían un simulacro de un conflicto armado.
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En 2016, Corea del Norte realizó más de 20 ensayos de misiles balísticos, además de la cuarta y la quinta pruebas nucleares, pese a las prohibiciones del Consejo de Seguridad de la ONU.