"Se está trabajando, se van a reunir este mes para tratar el tema, participarán actores políticos y culturales, la intención del ministro (Jorge Menéndez) es escuchar opiniones acerca del águila", dijo Fabregat, si bien no dio detalles sobre los participantes ni la fecha de ese encuentro.
El águila, que pesa 350 kilogramos y tiene una dimensión de dos metros de alto por 2,8 de largo, fue rescatada en 2006 por un equipo privado integrado por el buzo Héctor Bado en aguas uruguayas, donde el acorazado alemán fue hundido en 1939 por su propio capitán tras librar la Batalla del Río de la Plata contra buques británicos y franceses, a comienzos de la Segunda Guerra Mundial.
"Se necesita dinero, algunos millones de dólares para estas plataformas, pero en un cajón está guardada el águila del Graf Spee que se rescató del mar", dijo Gandini.
El legislador del Partido Nacional agregó que "del producido de la venta de esa águila, a través de un remate, el Estado obtendría el 50% del ingreso bruto que se pudiera obtener, los particulares, por contrato firmado, tendrían el otro 50%, pero deberían hacerse cargo de una cantidad de gastos que ya tuvieron y que tendrán".
El ministro puso en duda de "que con esa venta podamos comprar, como dice el señor diputado, una plataforma".
El ministro reconoció que su cartera tuvo "una serie de aproximaciones de distintos actores, hay un espectro variopinto: embajadas, intendentes, interesados en contar con ese objeto para exhibirlo en un museo".
Menéndez se declinó por "generar una instancia a nivel político para que no sea un Gobierno el que defina esto, sino que varios actores determinen el destino final de algo que Uruguay tiene porque en algún momento actuó con la dignidad con la que actuó".
Con todo, Menéndez aseguró que "en este momento" el Gobierno no tiene "planteado vender" la escultura.
El águila está "depositada en un hangar, en determinado lugar del Ministerio de Defensa Nacional, en custodia", dijo Menéndez.
El empresario uruguayo que tomó parte del operativo de rescate, Alfredo Etchegaray, dijo a principios de este mes a Sputnik que la "historia debe ser exhibida porque es una forma de corregir los errores del pasado, actualmente está en una caja bajo custodia de las Fuerzas Armadas, no se exhibe ni se vende, lo que queremos nosotros es lograr la justa compensación por tantos años de trabajo y por las inversiones realizadas".
Más tarde, a raíz de una disputa legal con Alemania que intentó recuperar la pieza para que no fuera exhibida, fue guardada en un cajón de madera donde permanece hasta ahora.