El vínculo entre el empresario Etchegaray y el águila se remonta a la década del 80, cuando se dedicó a estudiar todos los naufragios ocurridos en el Río de la Plata. Durante ese período halló 250 pedazos de barcos hundidos.
"Debido a los impedimentos que el Tratado de Versalles imponía sobre Alemania luego de la Primera Guerra Mundial, esta nación se vio forzada a construir embarcaciones livianas. El Graf Spee era un acorazado de bolsillo de más de 10.000 toneladas, alta capacidad de fuego, plantas de purificación de combustible y los primeros motores de diesel que le otorgaban gran velocidad", explicó a Sputnik Etchegaray, quien para rescatar los restos armó un equipo de técnicos.
El águila nazi de bronce recuperada en 2006 pesa 350 kilos, mide dos metros de alto y 2,8 de ancho. Desde entonces fue exhibida durante un mes al público con el aval del Comité Central Israelita del Uruguay. Luego, por una disputa legal fue encerrada en un cajón de madera bajo la custodia de las Fuerzas Armadas de Uruguay.
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"La historia debe ser exhibida porque es una forma de corregir los errores del pasado. Actualmente está en una caja bajo la custodia de las Fuerzas Armadas. No se exhibe ni se vende. Lo que queremos nosotros es lograr la justa compensación por tantos años de trabajo y por las inversiones realizadas", dijo el empresario.
La historia es un buen negocio. Se estima que el valor de la pieza ronda entre los ocho y los 55 millones de dólares, sin embargo Etchegaray explicó que "basta con que dos museos o algún coleccionista de alto poder adquisitivo se interesen para que el valor se dispare".
Uno de los motivos para abrir el debate sobre la venta del águila nazi son los ingresos que recibiría el Estado por una eventual transacción, ya que le correspondería un 50% del valor. El otro 50% corresponde a los rescatistas.
Jorge Gandini, diputado opositor por el Partido Nacional, fue quien propuso la idea cuando el ministro de Defensa, Jorge Méndez manifestó la necesidad de un mayor presupuesto para su cartera. "Ante esas afirmaciones yo volví a plantear algo que ya había hecho en otras ocasiones, de por qué no se le daba destino al águila del Graf Spee que había sido recuperada", dijo el diputado a la agencia de noticias EFE.
"Se trata de buscar una solución que sea buena para todos. Si algún otro país presiona para que ni se venda ni se exhiba, como Alemania, se podrían financiar proyectos de atracción turística, algo que a Uruguay le vendría muy bien. Los opciones son muchas, nosotros lo único que queremos es que se nos compense por tantos años de esfuerzo", señaló Etchegaray.
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El empresario desestimó por completo los rumores de que hay grupos neonazis intentando conseguir la pieza. "Hasta aquí solo recibimos consultas de museos a través de intermediarios. Es una pieza que interesa por su valor cultural, para la exhibición y el estudio de la historia", concluyó.
El Graf Spee era una embarcación emblemática de la Alemania nazi. A inicios de la Segunda Guerra Mundial fue protagonista del único episodio de la Segunda Guerra Mundial en Sudamérica y la primera batalla que enfrentó directamente a las marinas británica y alemana. En diciembre de 1939 mantuvo una intensa batalla con los buques británicos Exeter, Ajax y Achilles, en las aguas del Río de la Plata, fue arrinconado y hundido en el puerto de Montevideo.
El capitán alemán Hans Langsdorff se suicidó poco después del hundimiento, se dice que se quitó la vida por temor a ser capturado por los británicos para sacarle información sobre la tecnología del Graf Spee.
