En la última década se han llevado a cabo varias investigaciones que indican que los juegos aumentan el nivel de atención y mejoran la memoria y la motricidad. Sin embargo, tras una serie de experimentos, los científicos determinaron que, paralelamente, podrían acarrear consecuencias negativas. Y precisamente explicaron cómo afectan al cerebro los juegos de diferentes géneros.
Los autores señalan que, si apostamos mucho por la memoria procedimental, este hecho provoca el uso insuficiente del hipocampo y, como consecuencia, su atrofia. Se advierte también de que la disminución de la cantidad de materia gris en el hipocampo está relacionada con el riesgo del desarrollo de Alzheimer, depresiones y el trastorno de estrés postraumático.
En el experimento intervinieron 51 hombres y 46 mujeres. Los participantes tenían que hacer varios tipos de tareas y luego jugar a videojuegos de acción y plataformas en 3D. En total, cada uno de ellos se pasó jugando 90 horas.
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El escaneo del cerebro mostró que, a quienes habían jugado a videojuegos de acción, les disminuyó la cantidad de materia gris en el hipocampo, mientras que a los que se habían centrado en los juegos de plataformas, al contrario, les aumentó.
Sobre la base de los resultados del experimento, los autores llegaron a la conclusión de que los juegos de plataformas 3D "no representan una amenaza para los jugadores. Más aún, pueden ser incluso beneficiosos".
"Por ejemplo, las personas que padecen Alzheimer, esquizofrenia, depresión y trastorno por estrés postraumático tendrían que abstenerse de utilizar los videojuegos de acción, porque su cantidad de materia gris ya es de por sí reducida. Sin embargo, si alguien sufre la enfermedad de Parkinson, no obstaculizada por la demencia, (…) en este caso los videojuegos de acción podrían ser útiles", indican.