Estados Unidos, ¿dispuesto a ceder a Rusia el manejo de la crisis siria?

Según las fuentes, Rex Tillerson dejó claro a António Guterres que "lo que ocurra con Asad es asunto de Rusia, no de Estados Unidos".

La nueva postura de Tillerson refleja que Estados Unidos reconoce que el Gobierno legítimo de Bashar Asad, apoyado por Rusia e Irán, está emergiendo de la crisis siria como claro ganador, teorizan los autores. Las fuentes citadas por el periódico afirman que Washington es ahora de la opinión de que "el pueblo sirio debería decidir su futuro político".

El secretario de Estado norteamericano aseguró que Estados Unidos pasaría, así, a centrarse únicamente en la lucha contra Daesh (grupo terrorista proscrito en Rusia y en otros países).

"La razón por la que Estados Unidos está en Siria es la de acabar con Daesh", afirmó el 28 de junio el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert. "Eso es lo que nos preocupa y la razón por la que estamos allí".

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Estados Unidos sigue sin saber qué hace en Siria

Este último episodio diplomático sigue la tónica con la que Estados Unidos está manejando durante los últimos meses la crisis siria. A principios de 2017, recuerda el artículo, Tillerson insistió en que Asad tendría que abandonar el poder por los supuestos ataques químicos sobre la población civil y poco más tarde aseguró que Estados Unidos tenía más bien poco interés en forzar la salida del presidente sirio.

Los expertos siguen intentando comprender los cambios de parecer de Washington y sus objetivos en la crisis siria. Estados Unidos volvió a demostrar poco más tarde, en abril, que su política para Damasco va dando tumbos al afirmar que se estaba llevando a cabo un esfuerzo internacional para sacar a Asad del poder. "Estamos en ello", afirmó entonces, añadiendo durante la cumbre del G7 que el reinado de Asad estaba "llegando a su fin".

Fred Hof, exasesor especial de Estados Unidos en Siria citado por Foreign Policy, ha calificado la actitud de Washington con Rusia en Siria de "confusa" y teme que la falta de coherencia en su estrategia de seguridad nacional, claramente contradictoria, juegue en su contra cuando el presidente estadounidense, Donald Trump, se reúna con su homólogo ruso durante la cumbre del G20 que se celebrará en Hamburgo (Alemania) los días 7 y 8 de julio.

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