"Cabe señalar que Bahréin actúa bajo las órdenes de Arabia Saudí y según los planes de Occidente para reestructurar la región de Oriente Próximo", subrayó Abdulá Agar a Sputnik.
Se sabe que la posición de Turquía e Irán respecto a la crisis catarí es opuesta a la de los países que rompieron las relaciones diplomáticas con Doha. Según el experto, son evidentes los intentos de Occidente de empujar a los territorios de la región hacia un conflicto.
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Los analistas pronostican que Irak y Siria podrían unirse a la nueva coalición regional. Abdulá Agar opinó que otros países de la región están empezando a darse cuenta de que esta coalición está siendo formada por Estados realmente interesados en la estabilidad regional.
El analista aseguró que declaraciones tan provocadoras como las de Bahréin se hacen bajo la presión de Occidente para evitar que la situación se desvíe de su línea política.
"Está claro que la intervención militar puede marcar el comienzo de una nueva guerra regional, la cual, junto con otros conflictos y contradicciones en la región, podría desembocar en una guerra mundial", advirtió.